MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El monóxido de carbono repercute de manera dañina en el ritmo cardíaco, según un estudio elaborado por la Universidad de Leeds (Reino Unido). De hecho, incluso en niveles bajos "puede ser fatal, al interrumpir el ritmo del corazón", explican los autores de este trabajo de investigación.
De esta forma, el estudio publicado en la edición más reciente de la 'Revista Americana de Medicina Respiratoria y Cuidados Críticos' y recogido por la BBC evidencia que los niveles comunes de tráfico "pueden afectar en la manera en que se restablece el corazón después de cada latido", explican los científicos.
Además, el monóxido de carbono puede ser inhalado a través de calderas defectuosas o de cigarrillos. Por estas tres vías, este gas mata cada año a más de 50 personas en el Reino Unido cada año, algo que se produce porque "mantiene los canales de sodio, que son importantes para controlar los latidos del corazón, abierto durante más tiempo", indican desde la Universidad de Leeds.
En este sentido, los investigadores afirman que la interrupción del funcionamiento normal de estos canales puede alterar el ritmo del corazón dando lugar a la arritmia cardiaca. No obstante, la investigación, que la Fundación Británica del Corazón ha calificado como un "comienzo prometedor", también ha analizado como una droga para la angina de pecho puede revertir el efecto.
Este trabajo, que ha sido realizado en ratas con la ayuda de investigadores franceses, ha conseguido controlar los síntomas en estos animales. "Necesita más ensayos clínicos, pero creemos que es un gran comienzo", analiza el profesor de la universidad británica, Chris Peers.
Por su parte, la asesora de investigación de la Fundación Británica del Corazón, la doctora Helene Wilson, considera que "se ha puesto de manifiesto la capacidad de un medicamento ya antiguo para llevar a cabo una nueva misión terapéutica. Esperamos que estos resultados sirvan para salvar vidas en el futuro", concluye.