LONDRES 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno británico anunció este lunes sus planes para reducir a la mitad el número de personas fumadoras en el país para 2020 y entre cuyas medidas se baraja suprimir la marca de los cigarrillos de las cajetillas y prohibir las máquinas expendedoras, algo que en el caso de Escocia comenzará a hacerse el próximo año.
Según las cifras que baraja Londres, en la última década se ha reducido en un cuarto el número de fumadores en el país, hasta el 21% actual, unos 8 millones, y se espera que para 2020 tan sólo sean el 10% de los ciudadanos. Cada año, el tabaco se cobra 80.000 vidas y cuesta a la Sanidad británica 2.700 millones de libras (3.090 millones de euros), según el Gobierno.
"Ahora que hemos prohibido los anuncios (de tabaco) pronto veremos el fin de las atractivas exposiciones en tiendas, por lo que el último método de anunciar el tabaco son los paquetes", explicó el ministro de Sanidad británico, Andy Burnham. "Así que estudiaremos atentamente si hay pruebas para hacer que las tabaqueras usen cajetillas lisas", añadió. Esto supondría que los paquetes tan sólo mostrarían el nombre de la marca en letras.
Asimismo, el Gobierno también quiere centrar su actuación en los alrededor de 200.000 jóvenes que cada año comienzan a fumar. "El Gobierno debería y hará todo lo que esté en su mano para proteger a los jóvenes" frente al tabaco, aseguró el ministro. "Un día, en un futuro no muy lejano, miraremos hacia atrás y nos parecerá difícil recordar por qué alguien fumó por primera vez", añadió.
Otras medidas que se barajan, según recogen los medios británicos, son revisar la ley para estudiar si las entradas de los edificios deberían incluirse en las zonas en las que está prohibido fumar y tomar medidas drásticas contra las máquinas expendedoras.
"Hemos llegado lejos e iremos incluso más lejos (...) para salvar más vidas", afirmó el ministro. "Esta estrategia renueva nuestro compromiso de erradicar virtualmente los daños para la salud que provoca fumar y creo firmemente que podemos reducir a la mitad (el número de fumadores) para 2020".
"Siempre ayudaremos a la gente a dejar de fumar y los fumadores no deberían dejar de intentarlo. Esa es la belleza del Sistema Nacional de Salud, que está ahí para ayudar a todo el mundo", incidió Burnham.
Sin embargo, para el grupo de defensa de los fumadores Forest los planes del Gobierno podrían "limitar aún más nuestra capacidad de elegir cómo queremos vivir nuestras vidas". En Escocia se prohibió fumar en lugares públicos en 2006 mientras que en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte la prohibición entró en vigor un año después.
Esta prohibición, según Forest, ha tenido "un impacto devastador" en los pubs y si se imponen nuevas restricciones se podría acelerar esta tendencia. Según el director de este 'lobby', Simon Clark, se debería permitir a los adultos que hagan "una elección informada". "Cuando el Gobierno comienza a fijar objetivos es algo peligroso ya que el único camino para alcanzar objetivos es introducir legislaciones draconianas".