MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
En la última semana se han registrado en España los tres primeros fallecimientos relacionados con golpe de calor, cuando en todo el verano pasado las comunidades autónomas notificaron al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad cuatro muertes por la misma causa.
De esta forma, y desde que comenzara el verano el pasado 20 de junio, ya son tres las personas que han fallecido por causas relacionadas con las altas temperaturas producidas por la ola de calor que se ha vivido en los últimos días en buena parte del país. Así, los fallecimientos de éstas se han producido los días 6, 9 y 10 de julio en las localidades de Torrejoncillo (Cáceres) y Vigo (Pontevedra) y Ourense, respectivamente.
El primer caso corresponde a un hombre de 83 años que fue hallado muerto en el interior de su domicilio por los servicios sanitarios que se desplazaron hasta el lugar de los hechos tras recibir un aviso, según ha informado el Gobierno de Extremadura.
Por su parte, el ciudadano fallecido en Vigo tenía 59 años y perdió la vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de la ciudad gallega por complicaciones derivadas del calor, motivo por el que ingresó el pasado domingo. Según fuentes sanitarias, el paciente, que padecía una patología crónica, vio empeorado su estado de salud por las altas temperaturas.
Por último, en Ourense ha resultado muerta este miércoles una mujer de 51 años por un golpe de calor, según han confirmado fuentes hospitalarias. A esta paciente, que presentaba factores de riesgo, se un hombre de 77 años que permanece ingresado en estado crítico en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) con un diagnóstico que también apunta a un golpe de calor.
Debido a ello, y ya desde el comienzo de la temporada estival, el Ministerio de Sanidad ha habilitado un año más el servicio de alerta a la población vía SMS y correo electrónico del riesgo de altas temperaturas para evitar los golpes de calor. Para suscribirse a él, es necesario acceder a la web 'www.msssi.es'.
Esta herramienta se enmarca dentro del Plan de Actuaciones Preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, que tiene como objetivo "prevenir y reducir los efectos negativos del calor, especialmente en los grupos más vulnerables: ancianos, niños y enfermos crónicos". Su aplicación estará vigente hasta el 15 de septiembre.
EL MINISTERIO RECOMIENDA BEBER FRECUENTEMENTE Y USAR ROPA LIGERA
En este marco también se ofrecen recomendaciones ante las altas temperaturas, las cuales se exponen en el portal web del Ministerio. Así, se aconseja beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta; no abusar de la cafeína o grandes cantidades de azúcar; permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos o climatizados, y usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
Además, recuerdan que, aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, hay que prestar especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación como, por ejemplo, las enfermedades cardíacas.
Por último, desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se ha alertado recientemente de que es necesario vigilar el consumo de medicamentos, ya que en algunos casos pueden contribuir al agravamiento del síndrome de agotamiento y de golpe de calor.
Así, señalan que, en algunos casos, hay fármacos que pueden provocar "por sí solos" hipertermias en condiciones normales de temperatura. Por ello, sostienen que las altas temperaturas son un factor a tener en cuenta por su posible influencia, fundamentalmente en terapias farmacológicamente prolongadas en el tiempo y en pacientes polimedicados, principalmente de edad avanzada.
De este modo, recomienda estar atentos ante los medicamentos que provocan alteraciones de la hidratación y electrolíticos, sobre todo los diuréticos del asa (furosemida, torasemida, etc), así como los medicamentos susceptibles de alterar la función renal, principalmente.