El reequilibrio bacteriano se presenta como una posible vía de control y seguimiento de la obesidad

UIMP - Instituto Danone
INSTITUTO DANONE
Actualizado: viernes, 29 julio 2011 11:33


MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las bacterias intestinales interaccionan con el metabolismo permitiendo un mejor aprovechamiento de los nutrientes y, tanto en animales como en humanos, se ha comprobado una correlación entre obesidad y desequilibrio bacteriano. De hecho, se ha abierto una vía de investigación hacia el posible control y seguimiento de la obesidad en el futuro mediante un proceso de reequilibrio bacteriano, según han comentado expertos en la Escuela de Nutrición Grande Covián de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander

"Las bacterias alojadas en el organismo humano (entre 1,5 y 2 kilogramos del total de nuestro peso) han tenido un papel determinante en la supervivencia y selección natural del ser humano en época de hambrunas mediante su capacidad de interactuar con el metabolismo para optimizar el aprovechamiento de los nutrientes", explica el presidente del Instituto Danone y académico de la Real Academia Nacional de Medicina, el profesor Manuel Serrano Ríos.

La flora intestinal humana está compuesta por una gran variedad de bacterias de las que se conoce el papel positivo sobre el metabolismo humano: favorecen el ahorro de energía, la fermentación de residuos no digeribles y mucosa intestinal, producen vitamina K y permiten absorber iones, aunque aun falta explicar muchos de los mecanismos de actuación debido a la relativa juventud de esta línea de investigación y a la dificultad de acceder al intestino humano para demostrar las interacciones entre bacterias y metabolismo.

La obesidad, una de las pandemias no transmisibles del siglo XXI, se produce ante un desequilibrio entre la energía ingerida y la energía consumida por el organismo. Diversas investigaciones con ratones han demostrado que un inadecuado equilibrio bacteriano en el intestino puede favorecer la acumulación de grasas y la inflamación del tejido adiposo. Por el contrario, el adecuado equilibrio bacteriano se corresponde con un peso adecuado y que ciertas bacterias (bifidobacterias) reducen la inflamación del tejido adiposo.

De esta manera, los mecanismos mediante los que se actuaría para el control y seguimiento de la obesidad en el futuro mediante un proceso de reequilibrio bacteriano sería mediante la administración de prebióticos: fibra no digerible por nuestro organismo, pero sí por las bacterias hospedadas con propiedades beneficiosas y la administración de probióticos: microorganismos vivos que, ingeridos en cantidad suficiente, aportan beneficios para nuestra salud, con el fin de provocar una recolonización equilibrada del intestino.

La investigación sobre probióticos es una rama de la medicina que ha experimetado un gran aumento de publicaciones en los últimos años y en la que se ponen grandes esperanzas no solo en sus propiedades beneficiosas ante ciertas patologías del aparato digestivo, si no también de las vías respiratorias, del sistema inmunitario, de infecciones vaginales, ciertas dermatitis, o del cáncer de colon.