MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
La reducción del consumo de grasas en la dieta podría disminuir hasta un 24 por ciento las posibilidades de recurrencia del cáncer de mama en mujeres que han sido ya tratadas de un cáncer de este tipo en sus fases iniciales, según un estudio dirigido por el que se publica en la revista 'Journal of the National Cancer Institute'.
Los investigadores examinaron a más de 2.400 mujeres que habían sido tratadas de cáncer de mama en su fase inicial entre febrero de 1994 y enero de 2001 dentro del estudio WINS sobre nutrición y salud femenina. Estas mujeres fueron asignadas de forma aleatoria a un grupo en el que se modificaban sus hábitos de alimentación y grupo control.
El objetivo de la intervención dietética en estas mujeres era reducir el consumo de grasa hasta un 15 por ciento del total de las calorías ingeridas. Las mujeres del grupo de intervención acudieron a ocho sesiones bisemanales de una hora sobre asesoramiento para aprender a reducir su consumo de grasa y registrar su consumo diario en gramos.
Los dietistas contactaron o se reunieron con las mujeres cada tres meses y los participantes podían acudir a sesiones mensuales opcionales de asesoramiento. Las mujeres del grupo control mantuvieron una reunión con un especialista en nutrición al inicio del ensayo clínico y cada tres meses mantenían contacto con los dietistas.
Al inicio del estudio ambos grupos consumían cantidades similares de calorías procedentes de la grasa, entre 56 y 57 gramos de grasa al día, un 30 por ciento aproximadamente del total de calorías consumidas. Tras un año, las mujeres del grupo de intervención tomaban una media de 33 gramos al día, un 20,3 por ciento del total de calorías, en comparación con los 51 gramos diarios (29,2 por ciento del total de calorías) del grupo control.
La diferencia en el consumo de grasas entre los dos grupos se mantuvo a lo largo de todo el ensayo, en el que los participantes recibieron una media de cinco años de seguimiento. El peso corporal medio era similar al inicio del ensayo, pero a los cinco años las mujeres del grupo de intervención pesaban una media de 2,7 kilogramos menos que las mujeres del grupo control.
El 9,8 por ciento de las mujeres del grupo de intervención (975) tuvieron algún tipo de recaída en la enfermedad en comparación con el 12,4 por ciento del grupo control (1.462). Los investigadores calculan que 38 mujeres necesitarían adoptar algún tipo de plan de reducción del consumo de grasa para prevenir una recurrencia del cáncer de mama. Según los investigadores, las mujeres del grupo en el que se redujo la ingesta de grasa tuvieron un riesgo un 24 por ciento menor de recaída en comparación con el grupo control de mujeres".
Los datos también sugieren que las mujeres con tumores de mama negativos a los receptores hormonales podrían ser las más beneficiadas de esta reducción de la grasa en la dieta, pero los resultados a este respecto necesitan una investigación más profunda pues no fueron estadísticamente significativos.