MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres menores de 35 años de edad deben realizarse citologías cada tres años, mientras que a partir de esa edad, cuando la probabilidad de contagio del virus del papiloma humano (VPH) responsable del cáncer de cervix "disminuye", es de una cada cinco años, según el doctor Daniel Andía, responsable de la Unidad de Patología Cervical del bilbaíno Hospital de Basurto, quien ha participado en el foro 'Encuentros con la Salud', organizado en Bilbao por la Academia de Ciencias Médicas de la ciudad y la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco.
Según informaron en un comunicado los organizadores del evento, el encuentro contó con la presencia de autoridades vascas y expertos como José María Arteagoitia, jefe de Vigilancia Epidemiológica del Gobierno Vasco, o José Manuel Ramón y Cajal, ginecólogo del Hospital San Jorge de Huesca. El tema elegido para el debate fue la introducción en el calendario vacunal de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
El doctor Andía apuntó que es necesario que las mujeres sigan cumpliendo con esta periodicidad de citologías "independientemente de que hayan recibido la vacuna contra el VPH" y advirtió de que los factores de riesgo que influyen directamente en la probabilidad de aparición de este cáncer son la repetición del contacto con el VPH, las propias condiciones del sistema inmunológico de la paciente y el tabaco.
"En pacientes fumadoras, la probabilidad de desarrollar cáncer de cuello de útero una vez que se ha contraído el virus, es mayor que la de las mujeres no fumadoras. Las causas de esto se encuentran, primero, en el propio efecto carcinógeno del tabaco y, segundo, en que la nicotina disminuye las defensas a nivel local y permite que el virus permanezca en la vagina y no sea eliminado", explicó.
La Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó a finales del mes pasado, que la vacuna cubrirá una sola banda de edad, en la que están las niñas de 11 a 14 años de edad. Y es que el VPH es el causante directo del cáncer de cuello de útero, el segundo en mortalidad en mujeres mayores de 45 años, tras el cáncer de mama.
La vacuna tetravalente, que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, protege contra cuatro tipos diferentes del VPH --los tipos 16, 18, 6 y 11, considerados los más peligrosos-- con una eficacia del 100% en la prevención del cáncer de cuello de útero y vulva. Estos tipos son los causantes de más del 70% de los cánceres de cuello de útero.
Asimismo, la vacuna protege también frente a las lesiones preinvasoras genitales como son las neoplasias intraepiteliales cervicales, vulvares y vaginales, y las verrugas genitales. En muchas ocasiones, estas lesiones generan una gran preocupación en sus portadoras durante el tiempo que dura su infección, y conllevan un importante número de pruebas, consultas y revisiones médicas.
Por otro lado, además de niñas y adolescentes, las mujeres de hasta 29 años se pueden beneficiar también de la vacuna porque a pesar de que la mujer sea ya portadora de uno de los tipos más oncogénicos, es muy poco frecuente que esté infectada al mismo tiempo del resto de tipos. Al comprender la vacuna cuatro tipos diferentes, su administración protegería a la mujer frente a los otros tres.