MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, afirma que uno de cada dos recién nacidos no reciben leche materna en la primera hora que transcurre después de su nacimiento, esto incrementa hasta en un 80 por ciento el riesgo de morir en los primeros días de vida por privarles de los nutrientes, anticuerpos y el contacto con su madre, que son esenciales para protegerlos de las enfermedades y de la muerte.
Algunas mujeres no reciben la ayuda necesaria para iniciar inmediatamente la lactancia después del nacimiento de su hijo, incluso cuando un médico, enfermero o una matrona presta asistencia durante el parto, según los análisis de UNICEF.
El uso de otros líquidos o alimentos para alimentar a los bebés es otro motivo por el que se retrasa la lactancia, ya que casi la mitad de los bebés se alimentan con fórmulas para lactantes, leche de vaca o agua con azúcar en los tres primeros días de vida. Estas fórmulas menos nutritivas provocan que los niños tomen el pecho con menos frecuencia y hace que sea más complicado continuar la lactancia.
Esperar demasiado tiempo para que el bebé tenga el primer contacto con la madre fuera del útero disminuye las posibilidades de sobrevivir, limita la producción de leche y reduce las posibilidades de lactancia materna exclusiva. "Si se alimentara a todos los bebés solo con leche materna desde el momento en que nacen hasta los seis meses, se salvarían más de 800.000 vidas cada año", ha explicado la asesora de nutrición de UNICEF, Francia Bégin.
La leche materna se considera la primera vacuna del recién nacido y la mejor protección contra enfermedades y otros trastornos. Además, los bebés que no reciben en ningún momento de sus vidas lactancia materna tienen catorce veces más probabilidades de morir que aquellos que sí lo hacen. "Debido a que casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años son de recién nacidos, la lactancia desde el momento del nacimiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte", ha explicado Bégin.
Las infecciones matan siete veces más a niños que no reciben leche materna que aquellos que recibieron por lo menos algo de leche durante sus seis primeros días. A pesar de ello, los progresos para incrementar el número de recién nacidos alimentados con leche materna en la primera hora de vida han sido lentos en los último quince años, según datos de UNICEF.