El rechazo social que producen ciertos trabajos puede superarse con imaginación moral

Policía Local
EP/SPCLM
Actualizado: lunes, 23 enero 2012 14:52

MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid señala que la imaginación moral es una facultad esencial para que un trabajador pueda superar los estigmas asociados a los conflictos éticos y el rechazo social que producen cierto tipo de ocupaciones.

La investigadora del departamento de Economía de la Empresa y autora del estudio, Esther Roca Batllori, destaca que cierto trabajos como policía o psiquiatra pueden producir rechazo hacia aquellos que los ejercen, incluso para el propio trabajador. El motivo es que, normalmente, están sometidos a conflictos y decisiones morales referentes a los medios empleados en su ejercicio.

"Paradójicamente, estas ocupaciones son muy necesarias desde el punto de vista social, como puede ocurrir en el caso de un policía que duda si emplear el uso de la fuerza en un momento determinado, o de un asistente de enfermos psiquiátricos que se enfrenta a la disyuntiva de emplear o no algunos fármacos con los pacientes, por ejemplo", explica.

El estudio, publicado en el 'Journal of Business Ethics', observa cómo ayudar mejor a estos trabajadores de modo que puedan superar el estigma asociado a su profesión, que les puede provoca que les resulte más difícil ejercer sus tareas, "a menudo aquejados de poca motivación", lo que se traduce en altos porcentajes de absentismo y rotación laboral.

Ante esta situación, destaca el uso de la imaginación moral, una facultad que permite a los individuos tomar mejores decisiones en contextos y situaciones caracterizadas por conflictos de índole moral.

"La imaginación moral se revela como una ayuda a la hora de hacer frente a estos procesos de decisión moralmente ambiguos, al proporcionar una mayor clarividencia moral, capacidad crítica y consciencia moral individual. A su vez esa mayor consciencia que otorga la imaginación moral hace que la superación del estigma social sea más fácil ", señala la investigadora.

El concepto de imaginación moral ha sido ampliamente desarrollado tanto en el campo de la dirección de empresas como en el de la filosofía. "Me pareció interesante pensar cómo este concepto, inicialmente de índole teórica, podía ser aplicado en un ámbito tan práctico como el laboral", comenta Roca.

La investigación, que ha contado con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación y la Fundación Ramón Areces, muestra además que a estos trabajadores les puede ayudar el que se creen y fomenten las condiciones para que la imaginación moral se desarrolle. Para ello, señalan que lo deseable es que las empresas adopten medidas que fomenten los grupos de apoyo, "que favorecen el contacto entre trabajadores distintos y estimulan la inclusión moral"; y formas de diseño de puestos de trabajo que "giren alrededor de la autonomía y capacidad crítica del trabajador".

Desde una perspectiva más general, estas medidas estarían integradas dentro de una cultura de empresa que tiene como núcleo el compromiso con los valores individuales y el pensamiento crítico del trabajador, y que prioriza los aspectos de índole ético sobre otros.