MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las personas que hacen ejercicio durante 15 minutos al día o 92 minutos a la semana, amplían su esperanza de vida tres años en comparación con las personas que son inactivas, según un estudio publicado en 'The Lancet'.
"El ejercicio a niveles muy bajos reduce las muertes por cualquier causa en un 14 por ciento", afirma uno de los autores principales del estudio, el profesor y catedrático de la Universidad de Texas (Estados Unidos), Xifeng Wu, para quien "los beneficios del ejercicio parecen ser significativos, sin llegar a la cantidad recomendada de 150 minutos por semana, basada en resultados de investigaciones previas."
El equipo de otro de los autores principales, el profesor de Medicina de los Institutos Nacionales de Investigación en Salud de Taiwán, Chi-Pang Wen, encontró que el riesgo de muerte por cualquier causa descendió en un 4 por ciento por cada 15 minutos más de ejercicio, llegando hasta los 100 minutos de ejercicio al día durante el estudio. Así, los ejercicios durante 30 minutos diarios añaden unos cuatro años en la esperanza de vida.
"Estos beneficios son aplicables a todos los grupos de edad, de ambos sexos y a personas con riesgos de enfermedades cardiovasculares", señalan los autores.
Según la investigación, si las personas inactivas en Taiwán hicieran un poco ejercicio diario, una de cada seis muertes podría ser pospuesta por su menor riesgo de morir. "Sería una reducción estimada de mortalidad similar a la de un programa de control del tabaco con éxito", aseguran los autores.
MÁS DE LA MITAD DE LOS PARTICIPANTES ERAN INACTIVOS
En el estudio, que siguió a 416.175 taiwaneses entre 1996 y 2008 durante un promedio de ocho años, los participantes completaron un cuestionario sobre su historial médico y con información sobre su estilo de vida, así como la actividad física que realizaban por semana durante el mes anterior, recogida por intensidad (baja, moderada o alta) y tiempo.
Asimismo, para tener en cuenta los efectos laborales, los participantes también caracterizaron la actividad física realizada en el entorno de trabajo, que va desde la actividad sedentaria al trabajo físico duro.
Los que realizaban menos de una hora a la semana de actividad física fueron clasificados como inactivos, el 54 por ciento de todos los participantes. Otros fueron clasificados en un nivel bajo, medio, alto o muy alto sobre la base de la duración y la intensidad de su ejercicio. Así, los investigadores calcularon el riesgo de mortalidad y la esperanza de vida para cada grupo.
Los que participan con bajo volumen de ejercicio tenían menores tasas de mortalidad que las personas inactivas, independientemente de la edad, el riesgo de enfermedad de género, el estado de salud, el consumo de tabaco, consumo de alcohol o enfermedad cardiovascular.
PROMOVER EL EJERCICIO DE BAJA INTENSIDAD ENTRE LA POBLACIÓN
Los investigadores señalan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades recomiendan por lo menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Un tercio de los adultos estadounidenses cumplen con esa pauta, y sobre el 20 por ciento de los adultos en China, Japón o Taiwán.
"Se debe promover una recomendación de 15 minutos de ejercicio diario entre las poblaciones de Asia oriental", señalan los autores.
Los resultados del estudio sobre la reducción de la mortalidad a través del ejercicio diario de intensidad moderada, "quizá puedan extrapolarse a otras poblaciones", asegura Wu, quien concluye que "estos hallazgos pueden estimular a la gente a hacer ejercicio tanto como puedan y que no se sientan frustrados porque no puedan llegar a los 30 minutos diarios".