MADRID, 14 Ene. (Reuters/EP) -
Los equipos de salud mundiales que luchan contra la segunda epidemia de ébola más grande en la República Democrática del Congo temen que una disputa electoral pueda aumentar la desconfianza pública y permita que la epidemia se salga de control.
"Cuando hay inestabilidad política, la salud pública siempre sufre", ha apuntado el experto en enfermedades infecciosas Jeremy Farrar, que ha visitado el este del país recientemente con un equipo de la Organización Mundial de la Salud. Farrar ha añadido que sin confianza pública, la epidemia del Congo "podría matar muchos cientos de personas más".
Las elecciones del 30 de diciembre marcarían la primera transferencia democrática de poder sin oposición en el Congo después de 18 años de gobierno del presidente Joseph Kabila. Sin embargo, acusaciones de fraude y llamamientos para realizar un recuento amenazan con más violencia después de que el líder opositor Felix Tshisekedi fuera declarado ganador.
"El peor de los casos es que la inestabilidad política persista, la desconfianza crezca... y luego no hay nada que impida que la epidemia se incruste en un gran centro urbano y despegue, como lo hizo en África occidental", ha explicado Farrar.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especifican que ya han muerto 385 personas por el brote de ébola que empezó hace seis meses en el este del Congo y 630 se han infectado. La tasa de mortalidad de la epidemia se sitúa en más del 60 por ciento.
AVANCES QUE PUEDEN PERDERSE
El ébola se contagia mediante el contacto con fluidos corporales. Causa fiebre hemorrágica con vómitos severos, diarrea y sangrado. Farrar indica que el riesgo de que la enfermedad se disemine permanece "muy alto" a niveles nacionales y regionales y se trabaja de manera urgente con el país y sus vecinos, Uganda, Ruanda y Sudán del Sur, para hacer todo lo posible para evitar un brote como el de 2014.
En 2014, el mayor brote de la historia, infectó a 28.000 personas y causó la muerte a más de 11.300 en Sierra Leona, Libera y Guinea, además de registrarse casos esporádicos en otras regiones de África, Estados Unidos y Europa.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, ha indicado que 25 millones de personas ya han sido examinadas para detectar la enfermedad en controles fronterizos con los países vecinos del Congo.
Tambien se han iniciado campañas de vacunación para los trabajadores de la Salud en Uganda y Sudán del Sur.
Jasarevic también ha explicado que las "múltiples amenazas" a la capacidad de los equipos de respuesta para encontrar, tratar y prevenir los casos de infección por ébola hacen que la situación en el Congo sea particularmente preocupante. "Las ganancias podrían perderse si sufrimos un período de inseguridad prolongada", ha subrayado.