MADRID 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL), en Estados Unidos, que ha sido publicado en la revista 'Journal of Neuroscience', ha comparado la capacidad de los seres humanos y los roedores para tomar decisiones de percepción basadas en la combinación de diferentes señales sensoriales -como estímulos visuales y auditivos, por ejemplo- observando que, al igual que los seres humanos, los roedores también combinan la información multisensorial y la explotan de la manera más eficiente posible.
"Estadísticamente, la combinación óptima de múltiples estímulos sensoriales ha sido bien documentada en los seres humanos, pero muchos se han mostrado escépticos acerca de este comportamiento en otras especies", explica la neurocientífica Anne Churchland, quien dirigió el estudio; la experta añade que "nuestro trabajo es la primera demostración de este comportamiento en roedores".
Este descubrimiento es sorprendente, de acuerdo con Churchland, porque sugiere que los mismos circuitos neurales, evolutivamente conservados, subyacen a este comportamiento en los seres humanos y en los roedores. "Al observar este comportamiento en los roedores, tenemos la oportunidad de explorar su base neural - algo que no es posible hacer con las personas", agrega Churchland. Estas investigaciones pretenden explicar por qué los pacientes con trastornos del espectro autista (TEA) integran la información sensorial de forma atípica, en relación con las personas sanas.
Churchland y su equipo probaron la integración multisensorial en seres humanos y ratas, mediante el diseño de una tarea para calibrar cómo los sujetos toman decisiones cuando se les presentan estímulos visuales y auditivos - por separado, y en conjunto. El equipo también diseñó la tarea teniendo en cuenta que, nuestros cerebros, procesan la información visual más lentamente que la información auditiva.
Los resultados muestran que los seres humanos y las ratas toman decisiones más precisas cuando se les presenta información multisensorial combinada. Además, los investigadores también observaron nuevas perspectivas sobre cómo el cerebro se ocupa del reto de tener un sistema de procesamiento visual más lento que el sistema de procesamiento auditivo.
"A pesar de que los estímulos visuales y auditivos no se reciben al mismo tiempo, pensamos que el cerebro mantiene la secuencia de eventos mediante el procesamiento de cada señal sensorial en paralelo, fusionando las dos señales en una etapa posterior, para luego hacer un juicio acerca del fundido de la señal", concluye Churchland.