MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Real Academia Nacional de Medicina (RANM) ha anunciado su intención de poner todo de su parte para que el idioma español sea una lengua de comunicación científica de primer orden. Así lo ha asegurado el presidente de la academia, Joaquín Poch, durante el 'Foro de Debate. El lenguaje médico en español: presente y futuro', organizado por la RANM en colaboración con la Fundación Lilly, a través de su iniciativa MEDES.
Esa apuesta de futuro de la Academia por un lenguaje médico común se va a concretar en un 'Diccionario Panhispánico de Términos Médicos', a través de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina. "Nuestro actual Diccionario, publicado hace dos años y medio, es el punto de partida para una nueva etapa en la que vamos a seguir reforzando el papel del español y, de ese modo, conservar y enriquecer nuestro patrimonio lingüístico", ha explicado Poch.
Y es que, a su juicio, resulta "imprescindible", proporcionar a la sociedad médica hispanohablante unos criterios uniformes que impidan la dispersión lingüística y posibiliten la consolidación de un lenguaje común para el ámbito de la salud".
En ese sentido, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, ha elogiado el proyecto y, más aún, que su realización fuera liderada desde España a través de su Academia de Medicina.
De hecho, Poch ha aseverado que este diccionario aclarará conceptos dudosos y denominaciones equívocas, contribuirá a la corrección del lenguaje médico señalando errores frecuentes y la forma de corregirlos, propondrá términos españoles que eviten el uso innecesario de anglicismos y la mejor forma de adaptarlos.
"El impacto de una publicación debe tener muy en cuenta la utilidad para los colectivos a los que se dirige. No obstante, también deberíamos aprovechar las oportunidades de Internet, fomentando la publicación abierta y bilingüe, en español e inglés, tal como ya están haciendo algunas revistas españolas. Esto aumentará nuestra influencia y visibilidad", ha comentado el director de la Fundación Lilly, José Antonio Sacristán del Castillo.