MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los científicos que buscan la versión genómica del santo grial --con el fin de predecir cómo los genes de un animal afectan a sus rasgos físicos o de comportamiento-- disponen, ahora, de un manual de referencia que puede acelerar los descubrimientos genéticos, desde el control de plagas, hasta la medicina personalizada.
En un artículo, publicado en 'Nature', investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y científicos de todo el mundo, describen el nuevo manual de referencia -llamado Drosophila melanogaster Reference Panel (DGRP). La doctora Trudy Mackay, profesora de Genética, y coautora del artículo, explica que el panel de referencia contiene 192 líneas germinales de moscas de la fruta --que difieren enormemente en su variación genética, pero son idénticas dentro de cada línea-- junto con sus datos de secuencia genética.
Estos recursos están a disposición de los investigadores que estudian los llamados caracteres cuantitativos, o las características que varían y son influenciadas por múltiples genes. Mackay espera que el panel de referencia beneficie a todos los investigadores, desde los que estudian la evolución animal, a los que estudian la cría de animales para describir modelos de enfermedades.
Las condiciones ambientales también influyen en los rasgos cuantitativos; sin embargo, el estudio de las variaciones de estas diferentes características, o fenotipos, de moscas de la fruta bajo condiciones controladas, puede ayudar, en gran medida, a descubrir los secretos de los rasgos cuantitativos.
Según Mackay, "cada línea de la mosca en el panel de referencia es esencialmente idéntica genéticamente, pero cada línea es también una muestra diferente de variación genética, así que las líneas pueden ser compartidas por la comunidad científica para que los investigadores midan las características en las que estén interesados".
El artículo muestra que, en general, muchos genes se asocian con tres caracteres cuantitativos estudiados en moscas de la fruta -la resistencia al hambre, la recuperación de un coma inducido por el frío, y la respuesta tras un sobresalto.
"Hasta el momento, hemos tenido la información necesaria para entender qué hace a una mosca de la fruta diferente de, por ejemplo, un mosquito", concluye Mackay, "pero ahora entendemos las diferencias genéticas responsables de la variación individual, o por qué una cepa de moscas vive más tiempo, o es más agresiva, que otra cepa".