Psicólogos aconsejan no regalar al niño todos sus caprichos, y dicen que las frustraciones son muchas veces "rabietas"

Actualizado: viernes, 4 enero 2013 18:29

El niño tiene que sentir "la ilusión, el regalo y que tiene cosas", pero no se le puede regalar un coche "por el hecho de que lo pida"

MURCIA, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, Eladio Rosique, ha aconsejado regalar a los niños juegos que no sean "producto de un capricho" y que vayan a arrinconar "a la primera de cambio", sino productos con un componente "educativo y didáctico" que, al mismo tiempo, les permitan jugar en grupo, con los hermanos, la familia y los amigos para estimular su faceta social.

"No hay necesidad de gastarse un dineral en los niños en Navidad", ha explicado Rosique en una entrevista concedida a Europa Press al ser preguntado por las limitaciones económicas de los padres en estos momentos de crisis a la hora de comprar los regalos a los niños. Así, ha tranquilizado a los padres al advertir que las frustraciones de los menores son, muchas veces, una simple "rabieta".

Para evitar que el niño se sienta decepcionado, Rosique explica que se le pueden regalar tres o cuatro juguetes, entre los que se puede incluir un objeto fruto del capricho y otros que sirvan para enseñarle a socializarse y a jugar de una forma más creativa. Además, insta a los padres a aprender a dosificar los regalos que no sean beneficiosos.

Rosique, quien es psicólogo clínico, ha puntualizado que los padres no pueden dejar de ejercer de educadores, y recuerda que hacer a un niño feliz "no consiste en comprarle todo lo que quiere, sino que reciba los regalos que le convienen". El objetivo es que los niños puedan amortizar el juego durante un periodo largo y que le den un valor a los objetos como algo suyo, que cuidan y que les hace sentir bien porque les divierte.

Respecto a la actual situación de crisis, Rosique explica que estamos acostumbrados a regalar con grandes cantidades de dinero, pero, a veces, la imaginación de los padres "también tiene que formar parte del regalo". "Un niño no puede tener lo que, ni siquiera, los padres no pueden tener", ha aseverado.

"Frecuentemente observamos que los niños se divierten con cosas bastante más elementales como, por ejemplo, una caja de puros", remarca este psicólogo, quien aclara que, a veces, lo que es más ilusionante para un menor "no es lo más caro, a diferencia de lo que nos vende la publicidad y lo que pensamos los padres".

ES NECESARIO JUGAR CON LOS NIÑOS

Por ello, considera que "se puede hacer un esfuerzo de economía, sin machacar demasiado la ilusión de los niños". En este sentido, Rosique explica que es preciso jugar con los niños, sentarse con ellos. En ese momento, los pequeños descubren el valor de lo que se le está regalando, según este psicólogo, quien señala que el juguete "no es algo para quitarnos al niño de encima, sino para educarlo".

A su juicio, el niño tiene que sentir "la ilusión, el regalo y que tiene cosas", pero no se le puede regalar un coche "por el hecho de que lo pida". Así, afirma que no tiene sentido educar a los niños "dándoles de todo para que no se frustren", ya que los pequeños "no son de cristal" y tienen que aprender que "a veces no pueden tener lo que quieren".

En su opinión, la crisis económica favorece que la gente no base la Navidad sólo en un consumo desaforado. Al contrario, considera que esta situación permite que afloren los valores profundos de la Navidad, como disfrutar de la familia, que los niños lo pasen bien y reunirse gente que hace tiempo que no se ve.