MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres corren un "mayor riesgo" de sufrir un trastorno de ansiedad y depresión que los varones, una tendencia que se incrementa "especialmente en el paso de la infancia al inicio de la edad adulta", según explicó la psicóloga Isabel Espinar Fellman, profesora de la Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE, durante su intervención en el Congreso Internacional Trastornos Psicológicos en el siglo XXI.
Espinar, quien elaboró su ponencia en colaboración con la también profesora Inés Carrasco Galán, explicó que a su juicio, la denominada "socialización en función del género" contribuye a la mayor propensión de la mujer a padecer ansiedad, mientras que factores más generales como la mayor afectividad negativa y la mayor reactividad emocional a los acontecimientos negativos, contribuirían "al mayor riesgo de la mujer a padecer desórdenes emocionales".
Según la psicóloga, los expertos han observado "mayores índices de afectividad negativa en las mujeres que en los hombres". "La mayor propensión de las niñas a la afectividad negativa empieza a aparecer alrededor de los dos años. Además, a lo largo de la infancia, las niñas empiezan a manifestar más síntomas de ansiedad e inhibición conductual", apuntó Espinar.
"Durante (la educación) primaria y secundaria, las niñas manifiestan más emociones de sorpresa tristeza, vergüenza, timidez y culpa, mientras que los varones muestran más reacciones de desprecio y son más propensos a negar la experiencia de otras emociones", añadió la especialista.
Otro factor que explicaría la mayor propensión en la mujer a los trastornos de ansiedad podría ser, según la especialista, "la mayor sensibilidad de la mujer a las expresiones faciales, lo que se ha señalado con un factor de riesgo para la detección de la amenaza, el condicionamiento del miedo y el mantenimiento de elevados niveles de reactividad ante los acontecimientos negativos".
NIÑAS "SIMPÁTICAS", NIÑOS "INDEPENDIENTES"
Asimismo, las características asociadas a los roles de género se convierten también en variables relacionadas con los trastornos de ansiedad. "Los estudios muestran que a las niñas se les refuerzan las conductas prosociales y empáticas, mientras que a los niños se les fomentan los comportamientos de autonomía e independencia, la asertividad y la iniciativa a la hora de desempeñar distintas actividades", aseguró la experta.
Al ser "la expresión de la ansiedad más acorde con un rol de género femenino", esta emoción y los comportamientos asociados a ella "son mejor tolerados, aceptados y reforzados en las niñas, mientras que de los niños se espera que manifiesten comportamientos de confianza y seguridad y aprendan modos de enfrentarse y reducir sus miedos", explicó la doctora.
La profesora de Comillas-ICAI-ICADE apuntó las expectativas parentales como un factor explicativo de la ansiedad ya que, según comentó, "las expectativas de las madres son diferentes si se trata de sus hijos o de sus hijas". "Las niñas tienen menos expectativas de éxito, menos aspiraciones, más miedo y ansiedad ante el fracaso y más tendencia a atribuir sus fallos a su falta de habilidad y sus éxitos a factores inestables", destacó.
Espinar se refirió también a algunos factores relacionados con "el estrés económico de la mujer", tales como "el creciente número de hogares controlados por mujeres y el hecho de percibir salarios más bajos que los hombres". "Sobre la mujer recae la atención de las personas mayores, de los enfermos y los incapacitados, tanto de su familia como de la del cónyuge, y pueden sentirse culpables o desleales si expresan sus propias necesidades", agregó.
Los trastornos de ansiedad son los problemas psiquiátricos "más frecuentes" en España, donde un 20% de la población necesita tratamiento por esta causa, según explicó Isabel Espinar Fellman, profesora de la Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE, en la que destacó que son las mujeres jóvenes quienes mayor riesgo corren de sufrir ansiedad y depresión.
ELLAS VENCEN EL MIEDO A LA GENTE
Sobre los síntomas en los ataques de pánico, las ponentes consideran que las mujeres "tienen mayor probabilidad de tener dificultades respiratorias y de sufrir náuseas y percepción de ahogo". Sin embargo, entre quienes padecen agorafobia, ellas "tienden a adaptarse al trastorno significativamente más que los hombres".
En este sentido, la profesora se refirió al estudio de Turk sobre la expresión de la fobia social y recordó que las mujeres con fobia social tenían, según esta investigación, "una dificultad significativamente mayor al hablar con figuras de autoridad, actuar o hablar ante una audiencia, ser observadas en el trabajo, entrar en una habitación donde hay personas sentadas, ser el centro de atención, expresar desacuerdo y tener que dar una fiesta". "Sin embargo, los hombres tenían significativamente más dificultad al orinar en público y al devolver una mercancía en una tienda", añadió.
Espinar destacó que en España los trastornos de ansiedad son los males psiquiátricos "más frecuentes" ya que, como asegura la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (2005), "afectan al 20% de la población generando síntomas físicos y psicológicos que requieren abordaje terapéutico". El trastorno que prevalece es la ansiedad generalizada, que afecta al 7,3%, seguido del trastorno obsesivo-compulsivo, enfermedad del 3% de la población española.