PAMPLONA, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Clínica Universitaria de Navarra va a llevar a cabo un ensayo clínico para el tratamiento de la incontinencia urinaria con la inyección intrauretral de mioblastos (células adultas obtenidas mediante biopsia del propio paciente). El ensayo se realizará sobre 15 mujeres con incontinencia urinaria.
El proyecto, que contará con todas las garantías tras la aprobación de los comités de ética correspondientes -tanto del propio centro como de la Comunidad foral de Navarra- y de la Agencia Española del Medicamento, prevé reclutar las enfermas a lo largo de seis meses y se llevará a cabo de forma conjunta entre el área de Terapia Celular (Felipe Prósper y Maitane Pérez Ilzarbe) y el departamento de Urología (José Enrique Robles) de la Clínica Universitaria de Navarra, según informó el propio centro en un comunicado.
En las mujeres adultas, la incontinencia se debe en gran parte a la pérdida de masa muscular del esfínter, "que se puede recuperar inyectando en la zona del esfínter de la uretra células musculares propias (mioblastos) con el objetivo de que recrezca dicho músculo, aumente la contractilidad y disminuya la incontinencia", afirma el doctor José Enrique Robles, especialista del departamento de Urología de la Clínica Universitaria de Navarra.
El planteamiento de esta nueva técnica nace de la experiencia en el uso de células madre para la regeneración miocárdica en la insuficiencia cardíaca, que se lleva a cabo en el área de Terapia Celular. También está implicado en el proyecto el departamento de Ginecología y Obstetricia, tanto en el diagnóstico de las pacientes, como en su tratamiento y seguimiento.
La experiencia mundial conocida de esta técnica no llega a los dos centenares de pacientes: apenas media docena en Canadá y unos 180 en Austria. "Nuestra idea de arranque es la misma, aunque trabajamos con algunas diferencias en cuanto a la obtención y procesamiento de las células", afirma el doctor Robles.
El tratamiento de los cistoceles (prolapsos de vejiga) se realiza actualmente utilizando mallas, que sirven para reforzar los tejidos originales. Éstas suelen ser sintéticas o de origen natural (biológicas), pero también se está trabajando en otras híbridas.
Así, dentro de la colaboración entre el departamento de Urología y el área de Terapia Celular sobre la terapia con células madre adultas en el tratamiento de la incontinencia urinaria y de los prolapsos de órganos pélvicos, existe otra línea de investigación: el uso de mallas biológicas como soporte o andamio sobre el que infiltrar células para que puedan crecer los miofibroblastos. "Es intuitivo pensar que la malla se puede recubrir con las propias células fibromusculares, que penetran, y eso es lo que constituye realmente el refuerzo; la malla tendría más sentido así como andamio que como punto final", expone el doctor José Enrique Robles.
Para la realización de este proyecto se cuenta con el apoyo de la empresa BARD, responsable de la fabricación y venta de mallas biológicas. Se realizarán distintos estudios in vitro y en animales de experimentación con el objetivo de favorecer el crecimiento celular sobre las mallas biológicas y el efecto de las mallas con distintos agentes. Posteriormente, se implantarán en modelos experimentales animales para examinar su capacidad de integrarse en el tejido y realizar su función de sujeción.