MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han identificado un conjunto de proteínas que circulan en la sangre cuyos niveles marcan con precisión la presencia de linfedema, según los resultados de su investigación, publicados este martes en 'Plos One'.
El linfedema es una afección inflamatoria a menudo dolorosa que resulta de la obstrucción de los vasos linfáticos que normalmente drenan líquido desde los tejidos de todo el cuerpo, que surge a menudo como consecuencia no deseada de la radioterapia contra el cáncer.
"Uno de cada cuatro supervivientes al cáncer de mama desarrolla linfedema", según Stanley Rockson, profesor de medicina cardiovascular y autor principal del estudio, quien destacó también otros factores de riesgo como las infecciones parasitarias endémicas en algunos países en desarrollo.
El embotamiento de las células inmunitarias por la obstrucción del flujo linfático en los vasos ayuda a desencadenar la acumulación de líquido dentro de la zona afectada del cuerpo, junto con engrosamiento de la piel, inflamación profunda, acumulación de tejido fibroso, formación excesiva de vasos sanguíneos y una marcada expansión de la capa de grasa debajo de la piel.
Rockson explica que en el momento en el que se detecta el síntoma principal, hinchazón de uno o más miembros, la enfermedad puede haber llegado a un punto que se hace difícil o imposible de revertir, al menos con los tratamiento actuales.
La única forma conocida para diagnosticar el linfedema en la actualidad es a través de la inspección física y muy a menudo está mal diagnosticado o se pasa por alto por completo. Pero los acontecimientos biológicos que sustentan esta condición pueden estar presentes cinco años o más antes de que los síntomas se vuelvan evidentes, explica Rockson, que tambén destaca que no hay medicamentos eficaces para combatirlo, a excepción de la terapia física, que tan sólo detiene la progresión y reduce la hinchazón a la mitad.
Rockson, que es el profesor Allan y Tina de Neill linfático Investigación y Medicina y jefe de cardiología consultivo en la escuela de medicina.
Para este estudio, Rockson y sus colaboradores obtuvieron biopsias de muestras de piel muestras tanto de tejido linfedematoso como normal de 27 pacientes. Utilizando técnicas moleculares, compararon tejido enfermo cada paciente con tejido sano que un mismo paciente para ver qué genes fueron más activos en la generación de sus productos proteicos correspondientes en el tejido enfermo frente saludable y luego redujeron su búsqueda a las proteínas sobreproducidas.
El modelado estadístico halló un panel de pruebas que mide los niveles de seis proteínas separadas de la sangre que permiten distinguir a los pacientes linfedematosos de los sujetos control que no presentaban linfedema, que en sí mismas no fueron predictivas, pero sí en conjunto. De hecho, la presencia de estas proteínas en ciertos niveles y proporciones apareció para servir como una huella dactilar biológica o biomarcadores para el linfedema.
Curiosamente, las seis proteínas son bien conocidas y cada una está asociada con una u otra de las marcas características biológicas del linfedema crónico: acumulación de depósitos fibrosos, estimulación de la formación de células grasas, inflamación de los vasos linfáticos y reparación. Para determinar la validez de los seis biomarcadores, el equipo recolectó sangre de una nueva choorte de 36 adultos linfedematosos y 15 sanos.
"La prueba permitió distinguir aquellos con linfedema de sujetos sanos con una precisión cercana al 90 por ciento, una tasa suficientemente buena para su uso como una herramienta de diagnóstico clínico y una gran mejora sobre los métodos de detección actuales", afirmó Rockson, para quien este es un "avance significativo".
Debido a que los niveles de las seis proteínas comienzan a subir temprano en el curso de la enfermedad, tal prueba debe ser valiosa en la determinación de riesgo o la aparición de linfedema antes de los síntomas. Rockson está involucrado en la realización de ensayos clínicos de agentes farmacéuticos para el linfedema y ??espera utilizar la nueva prueba en los ensayos.