MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia Nacional de Decanos de Medicina ha avisado, en un artículo publicado en la 'Revista Clínica Española', de que en la próxima década se jubilará casi la mitad de los profesores, sin que el relevo generacional esté asegurado.
El artículo, cuyo autor principal es el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, José Pablo Lara, está firmado también por el presidente saliente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, José Luis Álvarez-Sala, en representación de este órgano, y por los decanos de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universitat de Barcelona, la Universidad de Navarra, la Universidad de Oviedo y la Universidad Miguel Hernández de Elche.
En concreto, los decanos estiman que en los próximos ocho años se jubilará el 43 por ciento del profesorado permanente. Dentro de esta categoría, la cifra "más elevada" de jubilaciones se producirá entre el profesorado vinculado de áreas clínicas (55%). Además, se calcula que se jubilará un tercio del profesorado no vinculado de áreas clínicas (34%) y una porción semejante del profesorado de áreas básicas (32%).
"Estos datos no hacen sino intensificar una tendencia que se viene produciendo a lo largo de los últimos años. Ya se ha producido una disminución muy importante en el número de profesores permanentes, en especial en las áreas de conocimiento clínicas", han explicado, para destacar la necesidad de que se establezcan medidas ante la "inevitable" necesidad de un fuerte relevo generacional entre los docentes.
Las facultades de Medicina españolas han llevado a cabo, en el último decenio, la implantación del nuevo grado en Medicina de acuerdo con las directrices derivadas del Espacio Europeo de Educación. Según los autores, estas directrices, también conocidas como 'Plan Bolonia', han incrementado de forma "muy significativa" el número de horas exigidas a los docentes.
"Podría pensarse que en estos últimos 10 años, de forma paralela, se ha incrementado proporcionalmente el número de profesores con docencia en el grado en Medicina, pero nada más lejos de la realidad. El número de los profesores permanentes (catedráticos, profesores titulares y profesores contratados doctores) se ha reducido en más de un 20 por ciento como promedio", han dicho los expertos.
En concreto, estas reducciones han sido del 20 por ciento y del 26 por ciento en las facultades de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Málaga, respectivamente. "Paradójicamente, a la vez que disminuye sustancialmente el número de profesores, aumenta exponencialmente el número de facultades de Medicina y el número de alumnos que se admiten cada año sin justificación académica ni sanitaria", han añadido.
FACILITAR EL RELEVO GENERACIONAL
Por todo ello, los decanos de Medicina han exigido soluciones que pasan por facilitar la contratación de profesores permanentes. "La situación es compleja y las soluciones lo serán también. Deberá considerarse entre otras propuestas, la eliminación completa de la tasa de reposición y la convocatoria de plazas en función de las necesidades reales de cada universidad dependiendo de su situación presupuestaria", han aseverado.
Además de levantar las trabas administrativas a la contratación, desde la Conferencia de Decanos, han propuesto hacer más accesible la carrera docente, con la modificación de los criterios de acreditación para profesores permanentes, dándole el valor adecuado a la labor docente, asistencial y de gestión, y el diseño de una estrategia que haga "atractiva" la carrera universitaria a los jóvenes facultativos.
En este mismo sentido, y a raíz desde la publicación de este estudio, la SEMI ha expresado la preocupación que existe en esta Sociedad "por las dificultades existentes para que los médicos clínicos puedan conciliar su carrera profesional con la carrera docente", y ha reiterado su compromiso con la formación del profesorado.
Para contribuir esas soluciones, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de han remitido toda la información manejada en este estudio al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, al Ministerio de Sanidad, a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), al Foro de la Profesión Médica, a las consejerías de Sanidad y a las universidades de toda España.