MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado por biólogos de la Universidad de Illinois (UIC), en Chicago, apunta a la relación entre el inhibidor de señales nerviosas tomosina y la memoria a largo plazo, según los resultados de la investigación que publica en su último número la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
"Este es el primer esfuerzo integral para estudiar el papel de la tomosina en el aprendizaje", afirma la profesora de Ciencias Biológicas de la UIC y coautora del estudio Janet Richmond, quien hasta ahora había estudiado la proteína en nemátodos (gusanos redondos). Varios estudios han demostrado que el aprendizaje en, por ejemplo, las moscas de la fruta, requiere de muchas de las mismas proteínas utilizadas por animales superiores, incluidos los mamíferos.
Los biólogos descubrieron que la tomosina juega un papel importante en la regulación de la cantidad de neurotransmisores en la sinapsis, donde se transmiten mensajes entre las células nerviosas; la tomosina puede limitar esta señalización, si eliminamos la tomosina, la sinapsis se refuerza. Featherstone afirma que "hemos descubierto que la tomosina puede controlar las sinapsis, afectando directamente a la formación de la memoria".
La tomosina interactúa con un grupo de proteínas conocidas por el acrónimo SNARE, y esta interacción es a su vez regulada por una enzima llamada PKA, que ha demostrado ser importante para el aprendizaje. Sabiendo esto, Richmond y David Featherstone, también autor del estudio, realizaron experimentos en moscas de la fruta para ver si la tomosina podría desempeñar un papel en el aprendizaje y la memoria.
Los experimentos utilizaron la capacidad de la mosca para aprender a asociar un olor especial con una descarga eléctrica; las moscas recodaron la asociación y evitaron el olor horas después. Sin embargo, al bloquear la tomosina, "las moscas fueron incapaces de conservar la memoria", explica Richmond.
Los biólogos demostraron que la tomosina puede afectar a la señalización sináptica, el aprendizaje y la memoria, y esperan que sus hallazgos proporcionen pistas valiosas que los farmacólogos puedan utilizar en la creación de nuevos tratamientos para varias formas de pérdida de memoria humana.
Según Richmond, la tomosina no solo regula la forma en que trabaja la sinapsis, sino que es esencial para la vida. Los científicos esperan que, mediante la comprensión de cómo influye la tomosina en la memoria, la investigación proporcione información útil para abordar la pérdida grave de memoria.