MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas) y del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre en Madrid han descubierto que un descenso en los niveles de lactoferrina salival, una proteína que se encuentra en la saliva, está relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El hallazgo, publicado en la revista científica 'EBioMedicine', respalda la utilidad de la lactoferrina salival como biomarcador del Alzheimer, de incidencia cada vez mayor en países de población envejecida como España.
El estudio ha comparado los niveles de la lactoferrina salival con la carga cerebral de beta-amiloide en dos cohortes de pacientes, en los que se han incluido a pacientes con diferentes trastornos neurodegenerativos. Los participantes del estudio fueron sometidos a un examen neurológico y neuropsicológico, muestreo de saliva y neuroimagen de tomografía por emisión de positrones (PET). Una vez obtenidos los datos necesarios, se compararon los niveles de la proteína salival entre los diferentes grupos de diagnóstico.
Los resultados del trabajo demuestran que los niveles reducidos de lactoferrina están asociados con el resultado positivo de beta-amiloide en la prueba PET, uno de los principales biomarcadores de Alzheimer y conocido como tal desde hace años. Por tanto, un nivel reducido de lactoferrina salival estaría relacionado con el desarrollo de Alzheimer en una fase pre-demencia de la enfermedad, distinguiéndose de otras patologías neurodegenerativas como la demencia frontotemporal.
Esto indicaría que los niveles salivales de lactoferrina se reducen significativamente en pacientes con Alzheimer, pero no en pacientes con otros tipos de demencia, lo que sugiere un vínculo específico entre la lactoferrina y el péptido beta-amiloide, presente en enfermos de Alzheimer.
Este es el primer estudio que evalúa el rendimiento diagnóstico y la especificidad de un biomarcador único basado en la saliva para detectar la enfermedad de Alzheimer en relación con el beta-amiloide. Los resultados del trabajo evidencian que la proteína lactoferrina salival representa una de las primeras líneas de defensa contra los patógenos, y que los niveles bajos de lactoferrina en la saliva podrían responder a una alteración del sistema inmune exacerbando el riesgo de desarrollar Alzheimer.
Esta hipótesis podría hacer hincapié en las funciones antiinfecciosas e inmunomoduladoras en la salud y la enfermedad de la proteína lactoferrina postulando que los niveles reducidos de esta proteína en el Alzheimer podrían ser un efecto de las alteraciones inmunológicas asociadas a esta enfermedad.
Esto guardaría relación con la hipótesis de que la enfermedad de Alzheimer podría ser un trastorno sistémico en la que aparecerían tempranamente alteraciones inmunológicas con un leve componente inflamatorio pero también podría encajar con la hipótesis de que las alteraciones sistémicas del sistema inmune en la enfermedad podrían ser posteriores al daño cerebral temprano del Alzheimer.