Una proteína podría ayudar a combatir el aumento de peso

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Actualizado: viernes, 16 abril 2010 13:08

MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una proteína que responde a la ausencia de oxígeno podría ayudar a combatir el aumento de peso, según sugiere un estudio de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Cell Metabolism'. Los ratones que carecen de esta proteína se mantienen delgados y saludables, incluso si siguen una dieta alta en grasas.

Según explica Randall Johnson, responsable de la investigación, estos animales procesan la grasa de forma diferente. Mientras que sus congéneres normales ganan peso, desarrollan hígado graso y se vuelven resistentes a la insulina si siguen una dieta grasa, como sucede con los humanos, los ratones mutantes no sufrieron ninguno de estos efectos.

La proteína, una enzima llamada FIH, participa en la respuesta fisiológica ante bajos niveles de oxígeno y podría ser una nueva diana para los fármacos que ayudan a quienes combaten el aumento de peso. Según añade Johnson, la enzima es fácilmente inhibida por los fármacos.

Debido a que la proteína influye en un amplio rango de genes que participan en el desarrollo, los científicos se sorprendieron de que su eliminación mejoraba la salud.

"Esperábamos que murieran de embriones y vivos que podían sobrevivir durante un largo tiempo. Desde el principio observé que estos ratones eran más pequeños pero no estaban enfermos, parecían sanos", explica Na Zhang, director del estudio. Los ratones delgados tenían un metabolismo elevado y una revisión común para la resistencia a la insulina, un síntoma de la diabetes, reveló una supersensibilidad a la insulina.

Los investigadores alimentaron a los ratones con una dieta muy alta en grasas (un 60 por ciento) para ver cómo respondían. Los ratones mutantes comían gran cantidad pero no ganaban mucho peso. Tenían menos grasa alrededor de la parte central de su cuerpo en comparación con los normales.

Las personas obesas desarrollan 'hígado graso' como lo hicieron los ratones normales. Los ratones gruesos también desarrollaron hipercolesterol con niveles elevados del tipo 'malo'. En los ratones mutantes delgados, el colesterol malo LDL aumentó mucho menos. Según Zhang, todas estas observaciones apoyan que los ratones modificados tienen mejores perfiles metabólicos.

Las modificaciones genéticas en los animales desactivaron el gen FIH por completo pero los investigadores necesitaban saber qué parte de la fisiología era la responsable de estos cambios. Para ello crearon nuevos ratones en los que la proteína FIH se eliminaba sólo en tejidos específicos: el sistema nervioso o el hígado.

Los ratones en los que el FIH estaba sólo ausente en el sistema nervioso mostraron la mayoría los mismos efectos pero si se eliminaba sólo del hígado no. Aunque más pequeños, los ratones mutantes comían y bebían entre un 30 y un 40 por ciento más que los ratones normales.

Según Johnson, todas estas calorías extra se dirigían a generar calor y aumentar la tasa cardiaca, además, los animales respiraban de forma pesada en comparación con los normales, tomando entre un 20 y un 40 por ciento más de aire. Una respiración profunda que era como realizar gimnasia para estos ratones.

La proteína FIH es parte de un amplio sistema que responde a menos niveles de oxígeno. Los ratones se comportan como si respiraran aire muy fino. Cuando las personas viajan a mayores altitudes respiran de forma más pesada durante unos pocos días y luego equilibran al producir más células sanguíneas que portan oxígeno.

"Estos ratones nunca se ajustan al aparente bajo oxígeno, se mantienen en una fase aguda de respuesta hipóxica toda su vida", concluye Johnson.