WASHINGTON 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Rockefeller han identificado un efecto anticancerígeno de la conocida como proteína de la longevidad, SIRT1. Acelerando la destrucción de otra proteína, el promotor tumoral c-Myc, SIRT1 consigue poner freno a la división celular que da lugar al cáncer. El estudio se publica este lunes en la edición online de la revista Journal of Cell Biology.
Que la proteína SIRT1 ralentiza el envejecimiento en los mamíferos no está claro, pero resulta beneficiosa de forma indirecta. Esta proteína pone a punto el metabolismo, reduciendo los niveles en sangre de glucosa e insulina, y anticipándose preventivamente a enfermedades neurodegenerativas tales como el alzheimer. Dadas sus credenciales vitales, cabía esperar que SIRT1 también actuara como inhibidor del cáncer. Y varios estudios asi lo sugieren. Pero otra investigación indica que la proteína ayuda a los tumores.
El equipo de investigadores de la Universidad Rockefeller determina el efecto de SIRT1 en el factor de transcripción c-Myc, cuya expresión se produce en muchos cánceres de mama, colon y riñón. Las dos proteínas se entrelazan de forma autorregulada, según se ha descubierto. c-Myc actúa sobre un promotor de SIRT1, estimulando a las células a producir más SIRT1. A cambio, SIRT1 despega grupos de acetilo de c-Myc, adelantando su desaparición (en la imagen). Para testar los efectos de SIRT1 en el crecimiento de los tumores, los investigadores implantaron células cancerosas con expresión de C-Myc en ratones privados de sistema inmunológico. Estimulando la producción de SIRT1 se consiguió bloquear la formación de tumores.
Cómo la desacetilizaciòn de C-MYC suscita su destrucción es todavía un misterio. Los investigadores opinan que los resultados no entran necesariamente en conflicto con estudios que sugieren que SIRT1 actúa a la vez como un agente protumoral. Si SIRT1 promueve o previene el cáncer dependerá probablmente de cada situación.