MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Emory (Estados Unidos) han descubierto que proporcionar progesterona a las víctimas de un trauma poco después de la lesión cerebral podría reducir el riesgo de muerte y el grado de discapacidad resultante. Los resultados del estudio se publican esta semana en la revista 'Annals of Emergency Medicine'. Los investigadores señalan que el siguiente paso será confirmar sus descubrimientos en un grupo de estudio más amplio de pacientes.
La progesterona se conoce por ser un "esteroide sexual" pero es también un neuroesteroide que ejerce efectos protectores sobre el tejido humano. Se encuentra presente de forma natural en pequeñas cantidades en el cerebro de varones y hembras. Los estudios de laboratorio sugieren que la progesterona es crítica para el desarrollo normal de las neuronas en el cerebro y que ejerce efectos protectores sobre el tejido cerebral dañado.
Los participantes del estudio habían llegado al hospital durante las 11 horas siguientes en las que se produjo la lesión y ésta tenía que ser contundente, similar a las que se suelen producir en los accidentes de tráfico. Los pacientes pasaron por una prueba inicial estándar que estimaba el nivel de incapacidad que producía su lesión.
En el estudio cuatro de cada cinco pacientes recibió progesterona intravenosa y uno de cada cinco tomó placebo. Pacientes, familiares y especialistas desconocían quiénes habían recibido la progesterona y el placebo. Treinta días después de la lesión se realizaron nuevas pruebas para evaluar el funcionamiento neurológico de cada paciente y su nivel de discapacidad.
Los investigadores descubrieron pruebas determinantes que muestran que la progesterona es segura en estos pacientes y que no provoca efectos secundarios o episodios graves. Descubrieron también un 50 por ciento de reducción en la tasa de mortalidad en el grupo tratado con la progesterona y una mejoría significativa en el progreso y nivel de discapacidad entre los pacientes con lesión cerebral moderada.
Según los científicos, alrededor del 30 por ciento de los pacientes que tomaron placebo murieron en los 30 días siguientes al accidente en comparación con sólo el 13 por ciento de aquellos que recibieron progesterona. La mayoría de pacientes que fallecieron tenían una lesión cerebral grave. Los investigadores señalan que el hecho de que sobrevivieran más pacientes en estado grave en el grupo de la progesterona explica un mayor nivel medio de discapacidad en este grupo a los 30 días que los supervivientes del grupo placebo.