Los profesionales sanitarios no pueden aún recomendar la extirpación de la próstata ante la mutación del gen BCR2

Un quirófano
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 21 mayo 2013 19:22

Un ciudadano británico ha sido el primero en someterse a esta intervención preventiva


MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -

Los profesionales sanitarios no pueden aún recomendar la extirpación de la próstata ante la mutación del gen BCR2, según ha señalado a Europa Press el jefe de Servicio de Urología del MD Anderson Cancer Center de Madrid, el doctor Carlos Núñez.

Este lunes se ha conocido que un ciudadano británico de 53 años ha sido el primer hombre en someterse a una extirpación de la próstata como medida preventiva contra el cáncer, ya que es portador de la mutación del gen BCR2, algo que el experto considera "en el límite de lo admisible". A su juicio, "puede ser criticable, pero entra dentro de lo aceptable".

Sin embargo, sostiene que el hecho de que sea portador de este gen sólo "ha ratificado una decisión que probablemente ya tuviese tomada el equipo que le ha operado", y es que, este paciente unía a su historial otros factores de riesgo. Entre ellos se encuentran sus antecedentes familiares y el hallazgo de signos microscópicos de tumor o lesiones pretumorales en biopsias previas a la intervención.

Por ello, subraya que esta operación "no se puede recomendar en general" a pesar de que la presencia de una mutación de este gen "aumente por ocho la probabilidad de padecer cáncer de próstata", tumor que tiene una prevalencia en España de 150 por cada 100.000 habitantes.

Para Núñez, esta técnica no está validada aún, "ni mucho menos", ya que el único estudio al respecto se publicó hace un mes en al revista especializada 'Journal of Clinical Oncology'. Éste demostró que, en un grupo de 60 pacientes con la mutación, comparados con 1.940 pacientes con cáncer de próstata pero sin esta alteración, la evolución de la enfermedad "fue mucho pero en cuanto a la posibilidad de mestástasis y agresividad del tumor".

De este modo, considera que hacen falta más investigaciones, ya que "todavía no existen datos desde el punto de vista científico que permitan decir que esto es una actitud a recomendar". Por contra, sí lo aconseja en tumor de mama, circunstancia que ha sido noticia recientemente por la doble mastectomía realizada a la actriz Angelina Jolie.

EL CÁNCER PUEDE APARECER MUCHO MÁS TARDE DE LA DETECCIÓN DEL GEN MUTADO

Otra razón por la que no es posible aún aplicar esta técnica a los hombres la encuentra el especialista en que la mutación del gen "puede estar desde muchos antes de tener el cáncer", por lo que se corre el riesgo de operar muchos años antes de lo que se debiera. "No está demostrado cuanto tarda, desde que se detecta la mutación del gen, hasta que aparece el tumor, es una incógnita", expone.

Sin embargo, lo que sí aclara el hallazgo del gen mutado es que paciente va a requerir un seguimiento "mucho más estricto", algo que le hace considerar que "es un elemento que ayuda a clasificar a los pacientes".

Además, Núñez predice que la intervención para extirpar la próstata ante la detección de una mutación del gen BCR2 es algo que no se aplicará debido a que "no se puede garantizar nunca al 100 por cien que se vaya a dejar al paciente sin secuelas en cuanto a disfunción eréctil e incontinencia".

"Someter a ese riesgo a un paciente sin tener la certeza de un tumor no creo que vaya a ser admisible", continúa el especialista, que señala que "otra cosa es que se pueda usar como un elemento más de juicio a la hora de tomar la decisión". De cualquier forma, reconoce que esta intervención "fácilmente reduce en entre un 95 por ciento y un 98 por ciento las posibilidades de padecer el tumor".

Ahondando en los riesgos que conlleva, el miembro del MD Anderson Cancer Center de Madrid sostiene que "hay un riesgo de infertilidad del 100 por cien porque se quita todo el aparato fertilizante, por lo que no pueden tener una fertilidad natural".

A ello se une el hecho de que "hay una probabilidad de disfunción eréctil de entorno al 20 por ciento y menos de un 5 por ciento de incontinencia". Por ello, concluye que, "aunque no son muy frecuentes, hay unas secuelas".