MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las enfermedades mentales suelen tener una prevalencia similar por sexos pero en determinados casos la tendencia varía, como sucede con los procesos depresivos o ansiosos, que son tres veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres, según ha reconocido la doctora Laura Ferrando, de la Junta Directiva de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP).
"Las mujeres padecen con mayor frecuencia trastornos depresivos, ansiosos, de la conducta alimentaria e insomnio, mientras que los hombres presentan una mayor incidencia de esquizofrenia, trastornos derivados del consumo de sustancias psicoactivas y algunos trastornos relacionados con el control de los impulsos", ha destacado.
Estas diferencias se asocian a factores hormonales, concretamente a los esteroides sexuales (estrógenos, andrógenos y progesterona), que están "implicados en la funcionalidad cerebral y determinan diferencias morfológicas, funcionales y psicopatológicas entre ambos géneros".
Asimismo, las fluctuaciones de progesterona y estrógenos durante el ciclo menstrual pueden contribuir a los cambios que se producen en el ánimo de algunas mujeres.
De hecho, según la doctora Ferrando, "en las mujeres, el mayor riesgo para el desarrollo de patologías psiquiátricas radica en las etapas de fluctuación hormonal, como son la etapa perimenstrual, el postparto o la menopausia".
Algunos trastornos mentales se definen por la etapa de la vida de la mujer en la que aparecen, como el trastorno disfórico premenstrual o la depresión postparto.
"La menopausia que también se asocia con trastornos de estado de ánimo, pero induce sobre todo con trastornos del sueño, en concreto, el insomnio", según esta experta.
Algunos de los síntomas de los trastornos que con más frecuencia afectan a la mujer son bien conocidos, tales como desmotivación, falta de energía, dificultades de concentración, ansiedad, angustia, miedo, dificultades para dormir.
"Son síntomas que afectan siempre, en mayor o menor medida, al desarrollo de la vida cotidiana, dependiendo de la gravedad de cada cuadro", explica Ferrando, que apunta que "los trastornos depresivos y ansiosos se manifiestan en muchas ocasiones solo por síntomas físicos tales como molestias o dolores que no tienen una explicación clínica clara y que la persona no identifica como síntomas derivados de un proceso emocional, por lo que en un gran número de casos no se tratan adecuadamente".
Además, estos síntomas resultan mucho más invalidantes que los claramente relacionados con estas patologías y suelen afectar más a la mujer.