MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director de la Unidad Bioética y Orientación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Javier Sánchez-Caro, declaró hoy que la futura Ley de Investigación Biomédica tendrá que enfrentarse al "principal problema en la investigación con células madre, que es el estatuto del embrión" , es decir, la consideración que se le da al embrión.
Este estatuto puede simplificarse en tres teorías, según explicó Sánchez-Caro. La primera, secundada por la Iglesia Católica, considera que el embrión es persona desde su concepción, aunque otras religiones como la islámica, explicó Sánchez-Caro, no consideran "persona" al embrión hasta el día 40 ó 120. La segunda teoría afirma que el embrión sólo es "un grupo de células sin protagonismo" y la tercera teoría afirma que "hay vida desde la concepción, pero no persona".
Sánchez-Caro participó en las jornadas "Biomedicina: ámbitos científico, ético y social" celebradas hoy en el Senado, donde afirmó que "los problemas de la investigación biomédica surgen normalmente al nacer y al morir". En el acto también participaron el profesor César Nombela, catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense y el profesor Emilio Muñoz, doctor en Farmacia y profesor de Investigación de CSIC.
Por su parte, Cristóbal López Carvajal, presidente de la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado, afirmó respecto a la medicina genómica, que "no hay revolución tecnológica sin beneficios o costes" y aseguró que en nuestra sociedad ha habido, por ejemplo, "muchos costes medioambientales" pero también "muchos beneficios a la hora del tratamiento y la prevención".
En su intervención, César Nombela dijo que "vivimos en el siglo de la biología molecular" y aseguró que el descubrimiento del genoma humano echa por tierra algunos conceptos, como el de "raza" ya que, explicó que el genoma demuestra que "las diferencias genéticas entre dos individuos no tienen por qué darse por diferencias raciales". Nombela explicó también que "el perfil genético individual influye en la respuesta a los fármacos y los efectos secundarios", algo que ha de tener en cuenta la medicina del futuro, que tiende a ser, según estos expertos, cada vez más personalizada.