MADRID 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cuerpo humano es incapaz de manejar por sí mismo al 'helicobacter pylori', la bacteria responsable de la aparición de úlceras y adenocarcinomas gástricos, porque, a pesar de que el organismo trata de defenderse, esta bacteria 'anima' a las células de la respuesta inmune a permanecer en los tejidos y 'activa' las células erróneas. Esta investigación, publicada por la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gothenburg (Suecia), podría ser la base para crear futuras vacunas contra el adenocarcinoma gástrico.
Cerca de la mitad de la población mundial está infectada con la 'helicobacter pylori', que se encuentra sobre todo en el estómago. La mayoría no muestran ningún síntoma, pero cerca del 10 por ciento desarrolla úlceras gástricas y cerca de un 1 por ciento adenocarcinomas gástricos. El cuerpo humano es incapaz de manejar esta bacteria sin necesidad de antibióticos y según el biólogo Malin Hansson, autor de este trabajo, se debe a que esta bacteria "inhibe las defensas del organismo, protegiéndose de su ataque con suficiente fuerza, a pesar de que la respuesta inmune estuviera ya siendo activada".
Cuando se activa una respuesta inmune, un tipo específico de células migra de los nódulos linfáticos a las nuevas células inmunes activadas, a las que les trasmiten dónde deben acudir para combatir la infección. En el caso de la 'helicobacter pylori', esta bacteria impide que muchas de las células inmunes lleguen hasta el foco del problema.
"La 'helicobacter pylori' hace que las células inmunes se acumulen en el tejido. Muchas de las células que deberían reunir más nuevas células inmunes frenan en estas acumulaciones y comienzan a activar estas otras células en su lugar, lo que lleva a la aparición de inflamaciones crónicas que, creemos, benefician a la 'helicobacter'", según este experto.
Anteriores investigaciones demostraron que muchos pacientes con adenocarcinoma gástrico presentaban niveles bajos de un tipo de anticuerpo específico del tejido, al margen del hecho de que la 'helicobacter pylori' causa niveles anormalmente altos de anticuerpos. Estos anticuerpos deberían, por tanto, poder proteger al organismo contra este cáncer.
El trabajo de Hansson ha demostrado, por primera vez en tejido humano, que estos anticuerpos son atraídos al tejido por una sustancia denominada MEC. "Si estos anticuerpos pueden realmente proteger al organismo contra el desarrollo del adenocarcinoma gástrico, se podría desarrollar una vacuna que incrementase la expresión de MEC y con ello, el número de anticuerpos presentes en el tejido", concluyó.