MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia del consumo de tabaco entre la población adulta en España es de un 23,95 por ciento y en el resto de países suele estar entre un 25 y 30 por ciento. Sin embargo, las personas con un trastorno psiquiátrico duplican esta cifra ya que entre el 45 y el 70 por ciento son fumadores.
Así lo ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Nestor Szerman, basándose en los datos de un estudio realizado en Estados Unidos para evaluar los patrones de consumo de sustancias, las prevalencias de adicciones y las comorbilidades con otros trastornos mentales.
Además de esta mayor prevalencia, en los pacientes con enfermedad mental las posibilidades de pasar del uso al abuso del tabaco es "significativamente más alta" que en sujetos que no padecen ningún trastorno.
La existencia de un trastorno adictivo al tabaco en este caso y otro trastorno mental, se denomina patología dual, una condición clínica que sufren prácticamente todos los sujetos que consultan por adicciones y "más de la mitad de los que sufren trastornos mentales", recuerda el doctor Szerman.
"En este caso no se trata de un hábito sino de una verdadera enfermedad adictiva", reconoce este experto, que explica como la causa de la adicción al tabaco es la disfuncionalidad del sistema nicotínico endógeno, alterado en múltiples trastornos mentales.
"No es adicto quien fuma, pero los individuos con vulnerabilidad a cualquier enfermedad mental (genética, neurobiológica y ambiental) son candidatos a desarrollar una conducta adictiva", añade.
Desde esta entidad pretenden además desterrar mitos que contribuyen "a que perdure y no se aborde adecuadamente el problema del tabaco en pacientes con otra enfermedad mental", comenta el doctor José Martínez-Raga, psiquiatra del Hospital Peset de Valencia.
Uno de ellos es la creencia de que el tabaco es una "auto-medicación" necesaria en el caso de los enfermos mentales, que estos pacientes no tienen ningún interés en dejar de fumar o que no son capaces.
"Aunque puede ser más laborioso (porque hay que trabajar más intensivamente la motivación) la realidad con pacientes con distintos diagnósticos psiquiátricos y diferentes abordajes terapéuticos muestran que se puede alcanzar la abstinencia tabáquica. El tratamiento para el tabaquismo debe estar integrado dentro del abordaje global del paciente", según este experto.