MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La responsable de política social del Partido Popular (PP), Ana Pastor, pidió hoy al Ministerio de Sanidad y Política que fije "ya" los criterios de vacunación que se van a seguir en España después de que la Unión Europea haya hecho sus recomendaciones al respecto, y aseguró que no debe haber "problemas de reestricción económica" a la hora de tomar medidas de prevención.
"Confío en que nadie se quede sin vacunar por un tema económico", señaló Pastor en declaraciones a Onda Cero, recogidas Europa Press, exigiendo que una vez salga la ficha técnica de la vacuna y se definan sus contraindicaciones "se intente inmunizar a la mayoría de la población".
En este sentido, pidió hacer una opción segura de compra de más vacunas como están haciendo otros países ya que es "la única forma de protegerse frente a la pandemia" y "la inmensa mayoría de los ciudadanos estamos sin inmunizar". No obstante, se mostró partidaria de las recomendaciones de la UE de vacunar primero a sanitarios, embarazadas y enfermos crónicos dado que "los riesgos son mayores".
Entre otras medidas, Pastor abogó porque las oficinas de farmacia cuenten con existencias suficientes de antivirales, a lo que el ministerio debe dar luz verde encapsulando y envasando las reservas de 'Tamiflu' adquiridas por el Gobierno, "no para que los ciudadanos lo compren y se automediquen, pero si para que se dispense con prescripción de un facultativo".
A su juicio, "cuando haya un mayor número de casos los ciudadanos no podrán permitirse hacer el circuito largo de ir hasta el centro de salud a recibir el antiviral. Hay personas que incluso tendrán que pedirle a un vecino que les cuide", advirtió.
En definitiva, y eludiendo las críticas que Sanidad hace a los 'populares' por "politizar" la gestión de la gripe A, Pastor insistió en que "no es un tema político sino científico-técnico" ante el que España debe unificar criterios "además de coordinar", ya que "el virus no entiende de fronteras".
En este sentido, aplaudió las medidas adoptadas en Estados Unidos, donde también se han fijado protocolos de actuación para los oficios religiosos, las universidades y los colegios, con guías para los profesores y directores del centro "para que sepan qué hacer cuando haya un niño enfermo, con los escolares con patologías crónicas o con las profesoras embarazadas".