LONDRES, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La población mundial con sobrepeso y obesidad ya ha alcanzado los 1.000 millones de personas, superando así a los 800 millones de gente desnutrida. Asimismo, ningún país, ni rico ni pobre, ha conseguido combatir el problema de la obesidad, según recoge un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Carolina del Norte, que ha sido presentado en la conferencia internacional de la Asociación de Economistas Agrícolas celebrada en Australia.
"Es un hecho real", declaró a la BBC el doctor Pedro Kaufmann, de la Sociedad Uruguaya para el Estudio de la Obesidad. "Hoy en día hay más gente en el mundo con exceso de peso que con falta de peso y las consecuencias son enormes por los trastornos asociados a la obesidad", aseguró.
El experto agregó que "la principal causa de este alarmante aumento son los cambios en la dieta de la gente y la falta de ejercicio y es un grave problema que ya no es exclusivo de los países ricos y desarrollados". "La obesidad ahora es la norma mundial", refleja el estudio.
Este cambio en las cifras se debe a que la propagación de la obesidad ha ocurrido rápidamente, mientras que el hambre ha disminuido lentamente entre los 6.500 millones de habitantes del mundo.
Según el doctor Pedro Kaufmann el sobrepeso y la obesidad ya no son trastornos exclusivos de ricos y zonas urbanas, sino que se han trasladado a los pobres y zonas rurales del mundo. "Si bien las clases extraordinariamente pobres del mundo en vías de desarrollo siguen siendo desnutridas, en los estratos un poco más altos, que siguen siendo pobres, aparece ya la obesidad", anotó. "Y esto sucede porque se combina la malnutrición con el exceso de grasas e hidratos de carbono, lo que resulta en obesos malnutridos", agregó.
En gran parte del mundo en vías de desarrollo, explica el estudio, ha ocurrido un enorme cambio en la dieta, que antes era de cereales, a productos animales, aceites vegetales e hidratos de carbono, que son relativamente más baratos. Esto se ha visto acompañado por una disminución del trabajo físico, con más transporte motorizado, menos ejercicio y más horas frente al televisor.
RECOMENDACIONES DE EXPERTOS
Los expertos instan a los gobiernos a desarrollar mejores estrategias para combatir el problema. Una opción, argumentan, es utilizar los precios de los alimentos para "manipular" las dietas y que la gente opte por opciones más saludables.
"Por ejemplo --dice el estudio-- si cobramos dinero por cada caloría en las bebidas embotelladas y alimentos preparados, la gente consumiría menos de esos productos".
También se propone subsidiar la producción de fruta y vegetales para que la gente pueda consumir estos productos más saludables que para muchos son inaccesibles. "El problema es que hoy en día, en gran parte del mundo la comida basura es mucho más barata y accesible que las frutas y verduras. Es por eso que la gente opta por las dietas menos sanas", consideró Pedro Kaufmann.
Las consecuencias son enormes, advierten los expertos, con el alarmante aumento en las enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad: la diabetes, el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. "Este es un problema tan alarmante que se necesitan establecer con urgencia mecanismos de prevención en todo el mundo. Hasta ahora estos mecanismos han fallado miserablemente", apuntó.
"Porque hoy consumimos más alimentos apetitosos y poco nutritivos, y llevamos un estilo de vida que, con la computación, TV, etcétera, cada vez necesitamos movernos menos. O hacemos algo urgentemente o muy pronto enfrentaremos las consecuencias de esta bomba de relojería", concluyó Kaufmann.