El plástico y el combustible de avión aumentan la lista de tóxicos que causan enfermedades en generaciones posteriores

Actualizado: viernes, 25 enero 2013 12:47

MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad del Estado de Washington (Estados Unidos) han aumentado su lista de productos tóxicos ambientales que pueden afectar negativamente a un máximo de tres generaciones de descendientes de un animal expuesto, según explican en la revista 'Plos One'.

Los científicos, liderados por el biólogo molecular Michael Skinner, estudiaron la enfermedad reproductiva y la obesidad en la descendencia de las ratas expuestas al plastificante bisfeenol-A, o BPA, así DEHP y DBP, compuestos plásticos conocidos como ftalatos. En otro artículo en la revista de 'Reproductive Toxicology', reportan la primera observación de cruce generacional de la enfermedad a partir de una mezcla de hidrocarburos utilizados por los militares como JP8. Ambos estudios son los primeros de su clase en ver la obesidad derivada del proceso de "herencia transgeneracional epigenética".

El laboratorio de Skinner en el último año ha documentado estos efectos epigenéticos de una gran cantidad de tóxicos ambientales, como los plásticos, plaguicidas, fungicidas, dioxinas e hidrocarburos. Así, los investigadores encontraron en el estudio publicado en 'Plos One' "aumentos significativos" de enfermedad y anormalidades en la primera y tercera generación de descendientes de ambos sexos de los animales expuestos a los plásticos.

La primera generación, cuya madre había estado directamente expuesta durante la gestación, había aumentado las enfermedades renales y de próstata, mientras que la tercera generación registraba anormalidades en la pubertad, como enfermedad testicular, enfermedad de ovario y obesidad. El estudio también identificó cerca de 200 marcadores epigenéticos moleculares para la exposición y la enfermedad transgeneracional, lo que podría llevar al desarrollo de una herramienta de diagnóstico y nuevas terapias.

En la investigación de 'Reproductive Toxicology', la primera generación de descendientes registró un aumento de anormalidades del riñón y de próstata y la enfermedad de ovario y la tercera generación notó un incremento en la pérdida de folículos primordiales, los precursores a los huevos, la enfermedad de ovario poliquístico y la obesidad. El estudio, según Skinner, "proporciona apoyo adicional para la posibilidad de que los tóxicos ambientales pueden promover la herencia epigenética transgeneracional de la enfermedad".