BARCELONA 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Opinión del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona (OBD) ha presentado un documento en el que se plantea la posibilidad de limitar los esfuerzos médicos que se realizan en casos de recién nacidos prematuros con dificultades para sobrevivir.
Las graves secuelas neurológicas que acostumbran a sufrir los neonatos prematuros llevaron a los expertos a advertir sobre la peligrosidad de vender como "milagros médicos" el mantenimiento con vida de bebés nacidos después de menos de 30 semanas de gestación.
Dichas secuelas neurológicas --que incluyen parálisis cerebrales, retrasos mentales, lesiones psicomotrices o defectos sensoriales que impiden la visión y oído--, hacen que los expertos planteen la necesidad de informar correctamente a los padres en el momento de tomar una decisión sobre una hipotética limitación de los esfuerzos terapeúticos en las unidades de neonatología, hecho que podría conllevar la muerte del bebé.
El documento es obra del jefe del Servicio de Neonatología y Pediatría del Hospital de Barcelona, Frederic Raspall, y del miembro del Comité de Ética Asistencial del Hospital Clínic de Barcelona y secretario del OBD, Albert Royes, y se trata de la publicación número 15 que presenta el Observatorio.
Tanto Raspall como Royes hicieron hincapié en que la actitud de los padres y profesionales médicos ante un recién nacido prematuro con dificultades para sobrevivir debe ser "siempre a favor de la vida", pero anteponiendo como "primer objetivo" el interés del niño. "Ofrecer una calidad de vida intolerable no es el mejor interés del niño", puntualizó Raspall.
MAS NEONATOS PREMATUROS
La presentación del documento se produce en un contexto en el que el número de neonatos prematuros se ha disparado un 40 por ciento en los últimos diez años. De este modo, en España los nacimientos prematuros ya son entre el 8 y el 9 por ciento del total, mientras que en el contexto de la UE se sitúa alrededor del 7,5 por ciento y en Estados Unidos supera el 12.
Según los expertos, no se conocen todas las causas de este ascenso, pero una mala vigilancia sanitaria de la gestante, el aumento en el número de embarazos múltiples como resultado de un mayor número de tratamientos de fertilidad, y el retraso en la edad media de procreación se revelan como determinantes.
Se entiende por nacimiento prematuro aquel que se produce en un plazo inferior a 37 semanas completas de gestación, y el nacimiento prematuro extremo el que se da antes de las 28.
AUMENTO DE LA SUPERVIVENCIA
La mortalidad en un niño prematuro con un peso muy bajo al nacer --menos de 1.500 gramos-- y con edades gestacionales cortas se ha reducido considerablemente a causa de las mejoras tecnológicas en la medicina. Aún así, esto también ha supuesto un incremento del número de bebés que sobreviven con secuelas graves.
Según un estudio desarrollado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, de los 53 niños que nacieron tras 24 semanas de gestación solo consiguieron sobrevivir 16, y de ellos un 87 por ciento presentan secuelas neurológicas. Entre los 62 bebés que nacieron tras 25 semanas de gestación, únicamente sobrevivieron 33.
Raspall señaló que desde un punto de vista "ético" retirar un tratamiento es lo mismo que no iniciarlo, por lo que subrayó la necesidad de informar adecuadamente a las familias para que éstas sean capaces de tomar una decisión consecuente con la calidad de vida futura del recién nacido y con los sufrimientos que puede acarrear el hecho de mantenerles con vida artificialmente.