Piden crear un registro de tumores de pacientes tratados con inmunoterapia

Beatriz Perales (Roche), Vicente Guillem y Eduardo Díaz Rubio (ECO) durante la jornada
Beatriz Perales (Roche), Vicente Guillem y Eduardo Díaz Rubio (ECO) durante la jornada - FUNDACIÓN ECO
Publicado: lunes, 16 septiembre 2019 14:52

   MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Expertos en Oncología han solicitado, a través de la 'Hoja de Ruta en Inmunoterapia aplicada a la Oncología en España: Horizonte 2022', elaborada por la Fundación ECO, Toche y Omakase Consulting, crear un registro de tumores de pacientes tratados con inmunoterapia.

   "La inmunoterapia es, actualmente, un tratamiento que beneficia mucho a pocos pacientes. Con este plan de actuación a nivel nacional y regional queremos poner de manifiesto la situación actual y las barreras asociadas a la inmunoterapia aplicada a la Oncología y proponer iniciativas factibles que puedan mejorar la calidad del servicio prestado al paciente oncológico", ha señalado el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem.

   Por tanto, prosigue, esta hoja de ruta puede integrarse en estrategias o planes de salud con el objetivo de abordar, en términos de política en salud, problemas habituales que afectan a los pacientes con cáncer, profesionales sanitarios, decisores y gestores.

   En este sentido, los expertos han puesto el acento en aumentar la tasa de respuesta a la inmunoterapia ya que, a pesar del gran avance que ha supuesto en el manejo de los pacientes oncológicos, todavía son muchos los que no se benefician de este tratamiento. "Actualmente la tasa de respuesta a tratamientos inmunoterapéuticos es de alrededor del 30 por ciento de los pacientes. Tenemos que ser capaces de aumentar esa cifra", ha detallado el director de Proyectos Científicos de la Fundación ECO, Carlos Camps.

   Uno de los principales objetivos que se marca el proyecto es conocer el valor real de la inmunoterapia aplicada a la Oncología, respecto a la quimioterapia. Y es que, tal y como ha comentado la head of market access strategy and government affairs de Roche, Beatriz Perales, el principal desafío para la incorporación de la inmunoterapia en la práctica clínica reside en la determinación del valor aportado a diferentes niveles: clínico, calidad de vida relacionada con la salud y económico.

REDUCIR LA INCERTIDUMBRE Y MEJORAR LOS RESULTADOS CLÍNICOS

   "Es necesario conocer los resultados en la vida real. Un registro de tumores puede darnos claves respecto al gasto de recursos, tanto por parte del hospital como por parte del paciente, resultados de efectividad y seguridad e incluso datos de salud percibidos por el propio enfermo. Esto ayudaría a reducir la incertidumbre, mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes oncológicos", ha añadido la CEO de Omakase Consulting, Alicia Gil.

   En esta línea, otra de las iniciativas expuesta ha sido la medición de los tiempos de supervivencia que representa la medida "más importante" del impacto del tratamiento. Esto, junto al análisis de la toxicidad, permitirá medir los resultados en salud "tan importantes" a la hora de tomar decisiones, para lo que hace falta no solo unos sistemas de información integrados y la implicación del personal hospitalario sino también voluntad política.

   De hecho, la hoja de ruta incluye la necesidad de crear centros de referencia para biomarcadores que aseguren la eficacia y la calidad de la administración de estos tratamientos, así como la investigación de nuevos biomarcadores. "En los próximos años, el número de nuevas moléculas inmunoterapéuticas y nuevas indicaciones va a incrementarse considerablemente tanto en monoterapia como en combinaciones. Es necesaria una dotación económica pública para poder aumentar el conocimiento de nuevos biomarcadores", ha apostillado Camps.

   Junto a la medición de los resultados en salud, el conocimiento del valor real de la inmunoterapia y la caracterización de los pacientes según biomarcadores, el grupo de trabajo ha identificado y definido unos objetivos dentro de esta hoja de ruta para implantar en un horizonte temporal de dos años.

   Entre estos objetivos destacan la definición del proceso oncológico y el equipo multidisciplinar, asegurando la formación en esta terapia a todos los profesionales que formen parte del proceso oncológico, redefinir el funcionamiento de los comités de tumores, lograr equidad en el acceso a una asistencia de calidad mediante la creación de redes que atiendan a sectores de población de 1,5 a 2 millones de habitantes, y el pago por valor, para lo que proponen pagar por respuesta, duración de respuesta y toxicidad y por resultado según indicación.