MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las personas que sufren de migrañas podrían ser también más propensas a las jaquecas que induce el alcohol después de una noche en la que se ha estado bebiendo alcohol, según un estudio del Colegio de Medicina Jefferson de la Universidad Thomas Jefferson. El trabajo se ha hecho público durante 'Neuroscience 2009', la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia que se celebra este año en Chicago (Estados Unidos).
Según explica Michael Oshinsky, director del estudio, hasta ahora el estudio del mecanismo que subyace a la migraña y otras formas de dolores de cabeza recurrentes no han podido desarrollarse en un modelo animal. Oshinsky desarrolló un modelo de rata en el que las jaquecas fueron inducidas por la estimulación repetida de entre semanas y meses de la materia dura del cerebro con una mezcla inflamatoria.
El equipo de Oshinski utilizó este modelo animal para estudiar los efectos del alcohol en las ratas que sufrían migrañas recurrentes en comparación con aquellas que no tenían dolores de cabeza. Analizaron cuatro grupos de ratas: dos grupos recibieron la estimulación dural repetida seguida de una ingestión oral de agua salina o alcohol, equivalente a dos chupitos de licor. Dos grupos control de animales no recibieron la estimulación inflamatoria y sí la ingestión similar de agua salina o alcohol.
Los dolores de migraña están asociados con la hipersensibilidad a la luz, sonidos y el tacto ligero de la cabeza y la cara. Los investigadores midieron la sensibilidad de las ratas al contacto alrededor del ojo utilizando monofilamentos y controlaron el cambio en el umbral de dolor de la cara que se producía por la estimulación dural repetida.
Las ratas que recibieron la estimulación dural seguida del alcohol mostraron un efecto analgésico inicial en las dos primeras horas posteriores a la ingestión del alcohol. Sin embargo, entre cuatro a seis horas después, su sensibilidad al dolor aumentó, lo que indicaba un aumento del dolor. No se descubrieron cambios en la sensibilidad inducida por el alcohol en los grupos control.
Según los investigadores, los resultados sugieren que la deshidratación o las impurezas del alcohol no son responsables del dolor de cabeza por resaca ya que los animales estaban suficientemente hidratados y el alcohol que recibieron no contenía impurezas por lo que el alcohol en si mismo o un metabolito debía causar el dolor de cabeza similar al de una resaca.
"Estos datos confirman la observación clínica de que las personas con migraña son más susceptibles a los dolores de cabeza inducidos por el alcohol", concluye Oshinsky.
En la actualidad los investigadores también estudian el mecanismo para la inducción del dolor de cabeza y los metabolitos del alcohol que producen la resaca.