LUXEMBURGO, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las personas que sobreviven a un ataque cardiaco son tres veces más propensas a padecer depresión tras los primeros seis meses del evento, según estudio luxemburgués.
"Si no se trata, se contribuye a un peor pronóstico, por ejemplo, a más eventos cardiacos y posiblemente a la muerte. La causa de esta alta prevalencia aún no está clara", ha señalado el autor principal de 'Evaluación de amenazas cardiacas y depresión después de un infarto de miocardio', Claus Vögele, de la Universidad de Luxemburgo.
Para llegar a esta conclusión, treinta y seis pacientes cardíacos fueron entrevistados entre cinco y quince días después de su primer ataque cardíaco; de seis a ocho semanas después; y seis meses después.
Estas personas respondieron sobre su nivel de salud, síntomas específicos de la enfermedad, el trabajo y la familia. Los niveles de depresión fueron evaluados mediante cuestionarios y diagnósticos clínicos.
El estudio es el primero en demostrar cómo piensan los pacientes sobre su ataque al corazón. Así, en el caso de que sigan percibiendo su ataque al corazón como una amenaza seria, entonces son más propensos a sufrir de depresión, incluso semanas después del ataque.
Por otro lado, si los pacientes se centran en su recuperación y cómo solicitar apoyo a sus amigos y familia, entonces este riesgo es más reducido.
"Estos resultados pueden ser utilizados para ayudar a los pacientes a tener una perspectiva más positiva de la vida, incluso después de un acontecimiento tan dramático y potencialmente mortal", ha señalado Vögele.
Dicho esto, ha explicado que las intervenciones psicológicas inmediatas pueden proteger a los pacientes de desarrollar depresión, y de ese modo, contribuir a "una recuperación sin problema".