MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las personas obesas cuya grasa corporal se encuentra distribuida en las zonas intermedias del cuerpo, lo que se denomina forma de manzana, no tienen un mayor riesgo de ataque cardiaco e ictus que aquellas otras en las que la grasa del cuerpo se distribuye de forma distinta, según un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge en Reino Unido. En el trabajo, que se publica en la edición digital de la revista 'The Lancet', han participado 220.00 personas.
Algunos estudios anteriores han afirmado que las personas con 'obesidad central', evaluada por la tasa de cintura con la circunferencia de cadera o tasa cintura-cadera, tienen tres veces más riesgo de ataque cardiaco que las personas con obesidad general, evaluada por el índice de masa corporal (IMC). Sin embargo, estos estudios anteriores tuvieron importantes limitaciones de diseño.
El trabajo actual estudió a 220.000 adultos, controlados durante casi una década, de los que 14.000 desarrollaron un ataque cardiaco o ictus durante este periodo de estudio. Los investigadores confirmaron que la obesidad es un importante determinante de la enfermedad cardiovascular pero que el IMC, la circunferencia de cintura y la tasa cintura-cadera tenían un impacto similar sobre el riesgo de posterior ataque cardiaco e ictus.
Otro de los descubrimientos de este estudio es que el IMC, la circunferencia de cintura y la tasa cintura-cadera, evaluados en solitario o en combinación, no mejoran la predicción de riesgo de enfermedad cardiovascular en las personas de los países desarrollados cuando existe información adicional sobre la presión sanguínea sistólica, los antecedentes de diabetes y de los lípidos.
Este resultado subraya el valor de las consultas de medicina general para medir los niveles de presión sanguínea y de colesterol en sangre. Los descubrimientos deberían también ayudar a guiar las prácticas médicas en todo el mundo dado que las directrices nacionales e internacionales han proporcionado diferentes recomendaciones sobre el valor de las medidas clínicas de la obesidad para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular en la prevención primaria.
Los autores concluyen sin embargo, que el principal descubrimiento del estudio no es que disminuya la importancia de la adiposidad como un importante factor modificable de la enfermedad cardiovascular.