Este es el segmento más representativo de los cuatro detectados y en el que más mujeres se hallan
MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El perfil de alcohólico en tratamiento responde a un varón con casi 20 años de consumo y residente en núcleo urbano, según han evidenciado los resultados obtenidos con el 'Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil del drogodependiente. Informe 2012', que ha realizado la asociación con la colaboración del Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) y la Obra Social 'la Caixa'.
Este segmento, que es el mayoritario (41,7%) de los cuatro detectados y en el que más mujeres se hallan, tiene como sustancia principal de consumo al alcohol y encuentra entre sus pacientes a un 62,1 por ciento de personas casadas. Además, su edad media es de 38,6 años, por lo que ésta se encuentra por encima de la del resto de sustancias, que se sitúa en los 35 años.
Entre los consumidores de alcohol que se encuentran en tratamiento en Proyecto Hombre, más de un tercio está empleado y la mayoría no tiene problemas legales. Dónde si los encuentran es con su familia y/o su pareja.
El segundo perfil con más representación hallado en este estudio realizado sobre 2910 personas en tratamiento en la asociación por adicciones es el de persona consumidora de cocaína (31,4%). Los miembros de este grupo son mayoritariamente varones, de los cuales alrededor de la mitad están trabajando.
Éstos suelen estar solteros y tienen una media de edad de 33 años, a lo que unen el hecho de no contar con antecedentes legales en la mayoría de los casos. Debido a su adicción a esta droga "no son muy estables" en su vida personal y tardan 11,5 años en acudir a tratamiento, explica el miembro de Proyecto Hombre y director de este trabajo, Antonio Jesús Molina.
Por orden de incidencia, el siguiente perfil de drogodependiente es el de policonsumidor (12%) y adicto a heroína (5,1%), que lo agrupan pacientes con una media de edad de 35 años y también de mayoría solteros, y es que, el 91 por ciento de los encuestados han sido hombres y el 9 por ciento mujeres. Los pacientes, en este caso, viven en medios inestables y perciben ingresos provenientes de su familia, de pensiones o de ayuda social.
En última instancia se encuentra el segmento de los consumidores de cannabis (7%), perfil en el que la edad media desciende hasta los 26,1 años, ya que viven con sus padres y son en un 90 por ciento solteros. Además, representan el menor tiempo de consumo, con 9,5 años, y perciben sus ingresos de parte de su familia y compañeros.
De esta forma, se extrae que una persona adicta tarda diez años de media en acudir a tratamiento y que ésta ha consumido drogas mayoritariamente por vía oral, nasal e inhalada, quedando más atrás la forma inyectada. Por ello, el índice de pacientes con VIH-sida positivo se encuentra en un 4,1 por ciento.
Añadido a ello, se observa que el consumidor pertenece mayoritariamente a un área urbana y que éste tiene "un bajo nivel formativo", explica Molina. A su juicio, es destacable "la poca visibilidad de la mujer", por lo que considera que "hay que abordar la accesibilidad" de ésta a los programas, así como la de los inmigrantes, que representan un 1 por ciento de la muestra encuestada.
LA HEROÍNA APENAS TIENE RELEVANCIA COMO SUSTANCIA PRINCIPAL DE CONSUMO
En cuanto a las sustancias en sí, explica que, en la actualidad, la heroína "apenas tiene relevancia como sustancia principal", mientras que la prevalencia del consumo de alcohol y cocaína ha crecido "y es alta". Ante ello, Molina apuesta por "seguir adecuando los programas y los tratamientos a estos perfiles y evolucionar".
Por su parte, el presidente de Proyecto Hombre, Luis Manuel Flórez, destaca la relevancia de este estudio que se presenta un día antes de la celebración este miércoles, 26 de junio, del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas', y es que, tiene el objetivo de "contextualizar el problema de las adicciones".
Para él, es necesario hacer una ruptura "con el imaginario colectivo de heroinómano y policonsumidor", ya que las sustancias que están prevaleciendo en los últimos años son "el alcohol y la cocaína". Por ello, considera necesario "sensibilizar y recomendar protocolos de intervención temprana", y es que, considera "preocupante" el aspecto de la inserción laboral de los pacientes.
En la misma línea se muestra el subdirector general del PNSD, José Oñorbe, que asegura que, pese a las reducciones presupuestarias, este estamento se mantiene "estable" gracias al Fondo de Bienes Decomisados. Además, expone que ese dinero se dedica "fundamentalmente a la prevención", ya que el tratamiento es una responsabilidad de las comunidades autónomas, por lo que "son ellas las que tienen que afrontarlo".
En relación a ello, añade que en la comisión interautonómica "se ha discutido el tema de la incorporación en el Sistema Nacional de Salud y en la Cartera de Servicios de los tratamientos de drogadicciones como si fuera una enfermedad más". Para él, las adicciones son "un problema de salud y enfermedad".
Según Oñorbe, y en relación al aumento de consumo de alcohol, es "importante" que haya una concienciación social y un debate sobre el problema que genera" esta sustancia. No obstante, manifiesta que desde el Ministerio de Sanidad aún no se plantean estrategias como ubicar fotografías en las botellas de alcohol de alta graduación similares a las que contienen las cajetillas de tabaco.
Por último, la subdirectora del Área de Acción Social de Obra Social 'la Caixa', Monserrat Cabré, ha destacado el trabajo que viene realizando la entidad desde 2007 en prevención del consumo de drogas en jóvenes con el programa 'Hablemos de drogas'. Éste, que se enmarca dentro de una perspectiva científica, está destinado a jóvenes de Secundaria y Bachillerato.