MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Pequeños cambios en el peso pueden producir grandes diferencias en la presión sanguínea de niños con sobrepeso en comparación con aquellos con peso normal, según un estudio del Instituto Regenstrief en Indianapolis (Estados Unidos). Los resultados del trabajo se han hecho públicos durante una sesión científica sobre investigación en hipertensión de la Asociación Americana del Corazón.
Los investigadores siguieron la presión sanguínea, estatura y peso de 1.113 niños a lo largo de un periodo en ocasiones superior a los 10 años y compararon el índice de masa corporal (IMC) con las tablas nacionales ajustadas según edad, sexo y estatura. Se consideraba que los niños con un IMC en el percentil 85 o superior tenían sobrepeso.
Según explica Wanzhu Tu, coautor del estudio, "por debajo del percentil 85 los efectos del IMC sobre la presión sanguínea parecen ser bastante lineales, por encima de este percentil, en particular sobre el 90, el efecto del IMC se vuelve muy fuerte".
Los análisis indicaban que el efecto sobre la presión sanguínea sistólica de los niños con sobrepeso según su percentil era 4,6 veces superior en comparación con aquellos con peso normal.
La presión sanguínea sistólica es una medida de la fuerza de la sangre bombeada por el corazón contra las arterias cuando se éste se contrae. Los descubrimientos eran similares en relación a la presión diastólica en chicos y ambas lecturas en chicas. La presión sanguínea diastólica es una medida de la fuerza de la sangre contra las arterias cuando el corazón se relaja y es el número más elevado de la lectura de la presión sanguínea.
En los niños con peso normal, el percentil del IMC y la presión sanguínea se asociaban pero de forma débil. Los estudios sobre ambas medidas no suelen separa a los chicos con peso normal y con sobrepeso por lo que esta relación pasa por alto en los niños con sobrepeso.
"Debido a que nuestra estimación del efecto del IMC era mucho mayor en los niños con sobrepeso, los resultados sugieren que incluso una pequeña reducción en el IMC podría producir un gran beneficio en la presión sanguínea de estos niños. Por el contrario, un pequeño aumento en el IMC podría aumentar en gran medida su riesgo de un aumento en su presión sanguínea", concluye Tu.