NUEVA YORK, 10 Ago. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Emilio López Romero) -
El Departamento de Defensa de Estados Unidos encargó hace meses la elaboración de un estudio sobre los motivos que llevan a los soldados estadounidenses a quitarse la vida, después de que el año pasado se registrara la cifra récord de 143 suicidios en las filas del Ejército, la cifra más alta desde hace tres décadas, cuando el Ejército comenzó a recopilar esta información.
En colaboración con el Instituto Nacional de Salud Mental, se recopilará información sobre todos los jóvenes que se alisten al Ejército en los próximos tres años y de los 90.000 soldados que están ahora en activo, y en total podrían llegar a incluir hasta medio millón de personas.
Se trata del mayor estudio sobre la salud mental del personal militar con el que el Pentágono quiere intentar encontrar pistas que ayuden a entender los motivos que han llevado a que los índices de suicidio entre los soldados hayan crecido de forma dramática en los últimos años.
Se pedirá la colaboración voluntaria de los soldados para recoger información personal que pueda ser utilizada para hacer evaluaciones psicológicas e incluso se podría contactar con sus familiares para recabar mayores datos.
Además, se recogerán muestras de saliva y sangre para realizar estudios genéticos y neurobiológicos. "Vemos el suicidio como la culminación de una larga cadena de hechos", afirmó el director del estudio, Robert K. Heinseen, al diario estadounidense 'The Washington Post'.
El macro informe, producto de un acuerdo alcanzado en octubre pasado entre el Ejército y el Instituto Nacional de Salud Mental, se extenderá durante los próximos cinco años y tendrá un coste estimado de 50 millones de dólares (algo más de 35 millones de euros al cambio actual). "Lo más frustrante es intentar buscar la causa", afirmó el general Peter W. Chiarelli, vicepresidente de personal del Ejercito.