MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha hecho llegar a las formaciones políticas que concurren a las elecciones generales una carta abierta en la que solicita que pongan en el centro de su agenda la salud de la población infanto-juvenil, "la más vulnerable", según la AEP.
Bajo el título 'Por la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria a la población infanto-juvenil', el documento refleja la preocupación del colectivo ante la "precaria" situación de la pediatría en España y recoge una serie de propuestas, instándoles a incluir en sus programas electorales medidas que garanticen la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria a los niños y adolescentes españoles.
Como ya hizo hace dos meses anticipándose a las elecciones autonómicas, la AEP ha compartido con los responsables de los partidos sus reflexiones sobre la situación de la asistencia pediátrica en España, solicitando que se tengan en consideración a la hora de diseñar los programas electorales para los próximos comicios generales del 23 de julio.
"El motivo de retomar el contacto reside en la importancia de la situación que planteamos y la necesidad de abordarla de forma inaplazable. Nuestra responsabilidad como garantes de la salud infanto-juvenil y nuestro compromiso con las familias nos impulsa a no desaprovechar esta nueva oportunidad", afirma el presidente de la AEP, Luis Carlos Blesa Baviera.
Blesa ha explicado que el documento refleja "no solo el sentir de la profesión pediátrica, con miles de profesionales que acusan un desgaste alarmante al que es preciso poner freno, sino la inquietud ante las consecuencias que el deterioro de las condiciones laborales en el Sistema Nacional de Salud pudiera estar acarreando en la asistencia sanitaria a la población infanto-juvenil española".
La AEP piensa que "una asistencia pediátrica mejor es posible" y, en este sentido, en su carta abierta plantean una serie de propuestas de mejora.
El primer aspecto que la AEP considera de mayor trascendencia es que las especialidades pediátricas sean reconocidas oficialmente. "Es la única vía para garantizar la calidad en los cuidados de salud de la población infantil y adolescente. Sin especialistas pediátricos, el futuro de nuestros niños y niñas será menos saludable", alertan desde la AEP.
Según la asociación, a pesar de los avances de los últimos años, más de seis millones de niños y adolescentes menores de 14 años en España, un 13 por ciento de la población del país, tienen sin 'reconocer' a los especialistas que los atienden.
Por ello, proponen trabajar de forma colaborativa entre las diferentes CCAA y el Gobierno en un mapa geográfico donde se estimen las distintas necesidades de especialistas pediátricos con relación a la población pediátrica para planificar las necesidades futuras de recursos humanos especializados en Áreas de Capacitación Específicas (ACE) pediátricas en España.
También sugieren acreditar las áreas de capacitación específica pediátricas (ACE) como "paso imprescindible" para asegurar la calidad en la formación de los pediatras y garantizar una prestación sanitaria equitativa en todo el territorio español.
En relación con ello, reclaman el reconocimiento de las ACE de Pediatría para que los pediatras puedan trabajar en igualdad de condiciones respecto a sus colegas europeos y en paridad de condiciones en las diferentes comunidades autónomas españolas.
"DETERIORO PROGRESIVO" DE LA PEDIATRÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA
El segundo aspecto que resaltan en el documento es la necesidad de que se contenga el "deterioro progresivo" de la pediatría de Atención Primaria (AP).
Se calcula que hasta un 30 por ciento de los niños es atendido por profesionales que no son pediatras debido a la falta de, al menos, 1.300 profesionales pediátricos en las consultas de los centros de salud.
El déficit crecerá, ya que se prevé la jubilación de uno de cada cuatro pediatras de atención primaria en los próximos cinco años. Esta coyuntura propicia que los pediatras en activo estén sometidos a un sobreesfuerzo, el que condiciona tener que atender a más niños en el mismo tiempo, con el consiguiente riesgo de cometer errores y afectar a la seguridad del paciente.
Para hacer frente al déficit, proponen atraer profesionales de la pediatría a los centros de Atención Primaria, incentivando las plazas de pediatría de difícil cobertura con una mejor retribución económica, una mayor puntuación en los concursos de traslado y oposiciones y una más fácil y rápida promoción en la carrera profesional.
Otro reclamo para cubrir las plazas sería ofrecer horarios compatibles con la conciliación familiar, o cubrir con personal contratado todas las ausencias de pediatras por baja laboral, vacaciones e, incluso, reducciones de jornada.