VALENCIA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española de Pediatría (AEP) pidió hoy a las autoridades sanitarias la inclusión de la vacuna neumocócica conjugada heptavalente en el calendario vacunal infantil, comercializada en España desde 2001 con el nombre de 'Prevenar' (Wyeth), ya que países del entorno como Holanda, Francia, Gran Bretaña la pasada semana y otros como EEUU, Canadá y Australia, disponen de esta medida para hacer frente al neumococo, el segundo agente casual de meningitis bacteriana en los niños menores de dos años en España y la primera causa de fallecimiento por esta enfermedad.
El doctor Javier Díez, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y director del Instituto Valenciano de Vacunas, destacó que esta vacuna ha demostrado "ser eficaz y segura frente a las graves enfermedades neumocócicas invasoras en la población infantil como son meningitis, neumonía y bacteriemia". No obstante, según los datos facilitados hoy en rueda de prensa, sólo entre el 50 y el 60 por ciento de los niños menores de dos años está vacunado contra el neumococo, y es "posible" que la razón sea económica porque la deben financiar los padres.
Según dijo, los expertos en pediatría conocen su eficacia y "desde hace años recomiendan a los padres su aplicación a todos los niños menores de dos años". Por este motivo, afirmó que esperan que la vacuna "pueda ser incorporada lo antes posible al calendario oficial". "Debemos tener en cuenta que España dispone de un calendario de vacunación infantil con una excelente cobertura, superior al 95 por ciento, y sería aconsejable que se completase con esta vacuna que ayudará a prevenir enfermedades graves y fallecimientos", dijo.
En este sentido, un estudio realizado en la Comunidad Valenciana entre 1996 y 1998, antes de que se dispusiera del Prevenar, refleja que la tasa anual de enfermedad invasora neumocócica en esta autonomía fue de 17 casos por 100.000 en niños menores de dos años.
Esta cifra está, según indicaron, "infraestimada" porque "en Valencia, como en otros países europeos, no existe la práctica habitual de obtener hemocultivos en los niños que acuden a las consultas ambulatorias o a urgencias hospitalarias por fiebre sin foco o con neumonía, con lo que no se diagnostica el origen neumocócico".
El doctor Carlos Paredes, miembro del Comité ejecutivo de la Asociación Española de Pediatría y presidente de la Fundación Valenciana de Pediatría, destacó por su parte el "elevado" coste del tratamiento de las enfermedades neumocócicas en la población infantil. Al respecto, afirmó que estas patologías resultan "muy caras" a la administración sanitaria "sólo teniendo en cuenta el tratamiento médico", es decir, un ingreso hospitalario con una media de 6 días, el tratamiento antibiótico y la atención en urgencias.
Este experto advirtió además de "la gravedad de la enfermedad y de la resistencia del neumococo a antibióticos convencionales" e insistió en que "el coste de las vacunas siempre es inferior al gasto de la enfermedad". Por ello, consideró que las administraciones sanitarias "deben tener en cuenta que las partidas presupuestarias dirigidas a afrontar el coste de las enfermedades se pueden dirigir a financiar la única vía de protección" ante ellas, que son las vacunas.
Por otro lado, el doctor Paredes insistió en la necesidad de que los especialistas en pediatría y atención primaria "cumplan la cronología y número de dosis de la vacuna de acuerdo con el calendario de vacunación del Comité Asesor de Vacunas", ya que, dijo, "en algunas ocasiones no se está utilizando correctamente la dosificación de la vacuna".
Desde que España dispuso de la vacuna neumocócica conjugada, el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la AEP la incluyó en su calendario de inmunización porque, según afirmó Díez, "los datos obtenidos en la mayoría de las regiones de España indican que la incidencia de la enfermedad neumocócica invasora es similar a la registrada en Estados Unidos antes de que se iniciara la vacunación sistemática frente a neumococo en ese país". El Comité la recomienda a todos los niños sanos menores de dos años y a los que tengan entre dos y tres años y vayan a guarderías.