SALAMANCA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El científico Manuel Elkin Patarroyo confía en que pueda retomar próximamente el uso de monos en sus investigaciones sobre la vacuna de la malaria para, posteriormente, antes de final de año, poder iniciar estudios en vacunación en humanos.
Según sus palabras, la intención es no pasar al nivel de los humanos sin antes haber completado el de los monos, con el fin de no darse "tortazos" en ese estadio como ya ha pasado con otras investigaciones científicas.
Para esto, ha dicho que es preciso que se ponga fin a "una acusación absurda" de hace un año. Según ha recordado, la decisión judicial ha impedido continuar con los estudios por utilizar monos en mitad de la selva que "en un cinco o diez por ciento" podrían ser del lado peruano en lugar de tierras colombianas.
Elkin Patarroyo ha señalado que le acusan de "tráfico ilegal" por el uso de animales que "son del otro lado del río" pero que no hay denuncias por "matar o maltratar" a estos monos, ya que "se les estudia, se les vacuna y se les trata".
Por estos motivos, ha afirmado que no entiende la denuncia que ya les ha paralizado los estudios en cuatro ocasiones cuando su equipo trata de buscar soluciones a una enfermedad que mata a un millón de personas al año.
En la actualidad, la iniciativa está "paralizada" y no puede seguir sin el uso de estos animales, porque tienen un sistema inmunitario "idéntico" al humano. De completarse el trabajo con ellos, permitiría dar "el salto" a los humanos con grandes posibilidades de alcanzar los objetivos que viene persiguiendo desde hace más de 30 años, ha aseverado.
INTERESES "OCULTOS"
La denuncia inicial del uso de los monos llegó de un colectivo ecologista, pero él ha argumentado que puede haber intereses ocultos de empresas interesadas en que el producto no salga "gratis" para la humanidad y que pueda comercializarse más caro.
Manuel Elkin Patarroyo ha subrayado, durante su visita a la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca, que tiene interés de seguir adelante sin recibir "usufructo" del descubrimiento, en el caso de alcanzarse definitivamente.
"Las soluciones se las entregaremos a la humanidad", con un coste que podría ser de diez céntimos de euro por vacuna, ha argumentado antes de impartir una conferencia en la Facultad de Farmacia de la Institución académica salmantina.
Potencialmente, los receptores de esta vacuna podrían ser hasta 4.500 millones de personas, ya no solo en los países en los que actualmente tiene incidencia. Según sus palabras, los cambios climáticos y la versatilidad del parásito han provocado que se esté ampliando la zona de influencia a nuevos territorios como el sur de Europa. La "obsesión" del investigador es tener a la gente vacunada" para evitar males mayores.