SINGAPUR 4 Nov. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Universidad de Pekín, en China, aseguran que los bebés que sufren un parto difícil y nacen con fórceps tienen más posibilidades de ser agresivos durante la infancia, en comparación con aquellos que nacen por cesárea, según un estudio publicado en el 'International Journal of Obstetrics and Gynaecology'.
Según los autores de este hallazgo, los problemas de conducta pueden estar asociados a la presencia de niveles elevados de cortisona, una hormona que produce el cuerpo durante un parto difícil y estresante.
De hecho, estudios previos apuntaban a que los niveles de cortisona en la sangre del cordón umbilical eran menores en los niños nacidos por una cesárea programada en comparación con quienes venían al mundo por un parto vaginal espontáneo.
De este modo, en este estudio --en el que participaron 4.190 niños de 4 a 6 años procedentes de las provincias chinas de Zhejiang y Jiangsu-- se observó que los niños en cuyos partos fue necesario el uso de fórceps o ventosas presentaban niveles más altos de cortisona.
Además, y pese a que todos niños estudiados presentaban diferentes problemas emocionales como ansiedad, depresión, dificultades de atención y agresividad, estos eran menores en los niños nacidos por cesárea.
"Los niveles de cortisona se han vinculado a psicopatología infantil, aunque se siguen necesitando más estudios para analizar esto con detalle", ha reconocido el profesor Jianmeng Liu, vicedirector del Instituto de Salud Reproductiva e Infantil del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pekín.
Las cesáreas están incrementándose en China, sobre todo en las zonas del sur, donde las tasas han crecido hasta el 56 por ciento, según datos de 2006, cuando en 1994 sólo se realizaban en 22 por ciento de los partos.