La participación del farmacéutico de hospital en el cuidado del paciente reduce a la mitad los efectos adversos

Actualizado: viernes, 22 octubre 2010 16:01

MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La participación del farmacéutico de hospital en el cuidado del paciente reduce casi a la mitad los efectos adversos, ha destacado la jefa de Farmacia del Hospital Fundación de Alcorcón de Madrid, Montserrat Pérez Encinas, en el 55 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que concluye este viernes en Madrid.

"El reciente metánalisis de Chisholm-Burns, publicado en 'American Journal Health-System Pharmacy', que incluye 300 estudios, demuestra que en aquellos pacientes en los que un farmacéutico había participado en su cuidado, la probabilidad de experimentar un efecto adverso se reducía en un 47 por ciento", ha indicado Pérez Encinas.

"Creo que son resultados lo suficientemente relevantes como para considerar al farmacéutico pieza clave en la atención al paciente, igual que puede serlo su médico o enfermera", ha resaltado esta experta, para quien los farmacéuticos de hospital son "agentes de salud de primer orden en el cuidado y la atención al paciente".

Por ello, en su opinión, "se debería aumentar el papel del farmacéutico en la atención al paciente, siendo necesaria una adaptación de su perfil competencial mediante un cambio en la formación y en la actitud, con el fin de asumir el aumento de responsabilidad que la sociedad demanda".

En este sentido, con el nombre de 'Proyecto 2020', la Farmacia Hospitalaria mira hacia el futuro con una 'hoja de ruta' que busca, sobre todo, el uso adecuado de los fármacos y reducir los errores en la medicación.

MEJORAR LA FORMACIÓN

Otro de los objetivos prioritarios del proyecto es mejorar el desarrollo profesional de farmacéuticos y técnicos del Servicio de Farmacia. En concreto, la Farmacia Hospitalaria pretende que en 2020 "el 80 por ciento de los hospitales españoles cuente con al menos un farmacéutico de hospital acreditado con BPS o similar".

El sistema de acreditación del Board on Pharmaceutical Specialities (BPS) es un proceso a través el cual se certifican la educación, experiencia y conocimientos en un área determinada. Es un sello norteamericano que garantiza un nivel amplio de competencia en habilidades concretas.

El BPS certifica cinco especialidades dentro de la farmacia: farmacia nuclear, soporte nutricional, farmacoterapia, farmacia psiquiátrica y la más conocida, farmacia oncológica.

"Según los últimos datos disponibles, en España unos 123 farmacéuticos de hospital cuentan con esta acreditación, 79 en oncología, 38 en nutrición y seis en farmacoterapia", revela.

"Este sistema en Estados Unidos supone una acreditación de excelencia. En España no se ha puesto en marcha un sistema similar, pero para los profesionales de nuestra especialidad el BPS es un referente absoluto a nivel internacional", añade.

INCORPORAR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

El sistema BPS supone una garantía para los pacientes ingresados en el hospital, pues repercute en una mayor seguridad y una mejora en la calidad de la atención farmacéutica. "En definitiva --dice--, lo que se pretende con el BPS es optimizar el tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente".

La farmacia hospitalaria apuesta también por la incorporación de las nuevas tecnologías en el proceso farmacoterapéutico del paciente. "El farmacéutico es un profesional al que le gustan los cambios, amigo de la innovación y abierto a las tecnologías, pero siempre evaluando el valor de las mismas", ha aseagurado.

"Con respecto al personal técnico, no existe un sistema de formación reglado como en Estados Unidos. No obstante, sobre este último colectivo se está avanzando mucho en mejorar su formación y desarrollo profesional", concluyó.