MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal han registrado en enero un total de 21.777 demandantes de empleo enfermero, de los que 13.863 son diplomados y 1.337 graduados en paro, lo que representa un aumento de parados de más del 40 por ciento con respecto al mes anterior, según lamenta el sindicato de Enfermería SATSE.
El sindicato recuerda que a partir del pasado mes de octubre se había iniciado una lenta recuperación del empleo en el colectivo que "se ha frenado ahora", sino que "ha empeorado notablemente", lo que "conlleva mayores riesgos para la salud de los ciudadanos y un peor funcionamiento del sistema sanitario en su conjunto".
Por ello, la organización sindical continúa reivindicando ante las distintas administraciones sanitarias que se acabe con la "sangría" de no renovaciones de contratos y despidos.
En este sentido, SATSE reitera que la escasez de plantillas enfermeras produce irremediablemente una peor atención al ciudadano, al no haber ni el tiempo ni los recursos que éste se merece, y también un mayor deterioro del funcionamiento general de los distintos servicios sanitarios.
El aumento del paro enfermero se suma a la ya "histórica" situación de déficit de profesionales en nuestro país. España no sólo es el último país europeo, junto a Polonia, en número de enfermeras por 1.000 habitantes, sino que la tendencia está empeorando, con un descenso de 5,5 profesionales por 1.000 habitantes a 5,3 entre 2011 y 2012, según refleja el último informe de la OCDE. La media europea supera los 9 profesionales por 1.000 habitantes.
En su reciente estudio 'Análisis del Empleo en Enfermería', el sindicato concluye que en la actualidad la media de jóvenes enfermeros que salen de las universidades españolas es de más de 11.000 por año, si bien "en su práctica totalidad no encuentran en España salidas laborales".
Ante esta realidad, ha advertido que, en menos de cinco años, puede haber cerca de 75.000 profesionales en paro, un 30 por ciento del colectivo, si no se producen contrataciones y no se hace una correcta adecuación entre la oferta de plazas formativas para la titulación de Enfermería y la demanda del mercado laboral.