MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Aunque los problemas de movimiento son el síntoma principal del Parkinson, un nuevo estudio muestra que incluso en las primeras etapas de la enfermedad las personas con frecuencia experimentan muchos síntomas no motores, como babeo, ansiedad y estreñimiento, según las conclusiones de la investigación, que aparecen en la edición de este martes de 'Neurology', revista de la Academia Americana de Neurología.
"A menudo, las personas con Parkinson temprano ni siquiera mencionan estos síntomas a sus médicos y los doctores no preguntan acerca de ellos, sin embargo, muchas veces pueden ser tratados eficazmente", subrayó el autor del estudio Tien K. Khoo, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido).
La investigación comparó a 159 personas con diagnóstico reciente de la enfermedad de Parkinsony a 99 personas de edades similares que no tenían la afección. A los participantes se les preguntó si habían experimentado alguno de los 30 síntomas no motores seleccionados, incluso problemas sexuales, de sueño y gastrointestinales.
Las personas con enfermedad de Parkinson registraban un promedio de ocho de los problemas no motores, en comparación con tres de las personas que no tenían el trastorno. Entre los síntomas más comunes de los enfermos de Parkinson eran el babeando, la urgencia urinaria, el estreñimiento, la ansiedad y una disminución del sentido del olfato, que probablemente representan otros síntomas de la enfermedad que pueden estar presentes incluso antes del diagnóstico.
Así, el 56 por ciento de los enfermos tenía problemas con el exceso de saliva o babeaba, comparado con el 6 por ciento de las personas sin la patología. Un total de 42 por ciento de los pacientes con estreñimiento tiene Parkinson, en comparación con el 7 por ciento del grupo de control y la ansiedad se descubrió en el 43 por ciento de los diagnosticados en comparación con el 10 por ciento de las personas sin la enfermedad.
"Estos resultados demuestran que el Parkinson afecta a muchos sistemas en el cuerpo, incluso en sus primeras etapas", destacó Khoo. A su juicio, con frecuencia, estos síntomas afectan a la calidad de vida del paciente tanto o más que los problemas de movimiento que acompañan a la enfermedad, por lo que entiende que tanto médicos como pacientes deben tener en cuenta estos síntomas y los tratamientos disponibles.