MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El papel de la enfermería es fundamental para controlar los efectos secundarios y asegurar la eficacia del tratamiento adyuvante interferón alfa 2b en pacientes operados de melanoma avanzado con alto riesgo de recaída, según las conclusiones del curso de enfermería llevado a cabo por Shering-Plough. "El simple consejo de una excelente hidratación va a hacer que se reduzca de una forma considerable el síndrome pseudogripal, uno de los efectos secundarios de este tratamiento", señaló el jefe de la Unidad de Melanoma del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Madrid, el doctor José Luis González.
Asimismo, un buen manejo de los antiinflamatorios no esteroideos o de los ansiolíticos, también va a redundar en una mejor tolerancia del tratamiento y, por tanto, finalizar con éxito la terapia con interferón, afirmaron expertos que acudieron al curso, quienes manifestaron que, al estar los enfermeros más próximos al paciente, el diagnóstico precoz de las alteraciones o síntomas secundarios permitirá iniciar un tratamiento específico lo antes posible, por lo que se reducirá la intensidad de ese efecto secundario.
Según estos especialistas, son muy importantes, en un tratamiento prolongado, los consejos sobre una adecuada administración en forma de multidosis de la medicación, evitando tener que acudir al médico para consultarle o para que facilite una receta con más frecuencia.
"Es importante que se conozca que para el éxito de esta terapia es clave el manejo de los efectos secundarios que induce el interferón, así se consigue incrementar la relación beneficio/toxicidad", explicó Larriba. Por su parte, la responsable de la Consulta de Enfermería de Oncología del Hospital Clínico San Carlos, Concha Vila, consideró el curso como "una buena oportunidad para debatir y mejorar en definitiva los cuidados a pacientes, así como para realizar una educación sanitaria dirigida al paciente y a su familia con el fin de prevenir o minimizar la toxicidad de los tratamientos".
Interferón alfa-2b recombinante facilita que las células cancerígenas sean identificadas y permite combatirlas, previniendo su crecimiento y su expansión por el organismo. Tiene varios mecanismos de actuación, uno de ellos consistente en una acción directa sobre la célula tumoral, otro a través del sistema inmunitario y uno más que actúa, incluso, inhibiendo el riego sanguíneo al tumor, es decir, antiangiogénico.