Un alto cargo del Gobierno catalán: "Sólo hay una disfunción en la sanidad española y se llama Leire Pajín"
BARCELONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha confiado este martes en que la justicia llegue "hasta el final" del caso de la mujer de 65 años que falleció por una hemorragia cerebral en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, tras pasar por cuatro centros y esperar 65 horas para una operación.
Las declaraciones de la ministra, antes de participar en un acto de campaña del PSOE en Valladolid, han provocado gran enfado al secretario de Estrategia y Coordinación de la Consejería de Salud de la Generalitat, Francesc Sancho, quien ha acusado a la ministra de olvidar su cargo y obligación de "lealtad institucional".
"Sólo hay una disfunción en la sanidad española, y se llama Leire Pajín", ha declarado Sancho, tras asegurar que la sanidad catalana funciona muy correctamente, y la Consejería mantiene la confianza en el prestigio de los profesionales.
SOSPECHAS DE LA FAMILIA
La familia de la paciente de Tossa de Mar (Girona) fallecida acusa al Vall d'Hebron de retrasar la operación, en un primer intento, por culpa de que la maquinaria necesaria para la intervención estaba averiada "desde hacía días", ha explicado a Europa Press el abogado de la familia, Rafael Núñez.
Según publica 'El País', el funcionamiento de la máquina no se había comprobado antes de la derivación de la paciente desde el Trueta de Girona, por lo que la mujer no debió ser ingresada en el Vall d'Hebron porque este centro no estaba en disposición de intervenirla en el plazo de 72 horas que establecen los protocolos para atender un aneurisma.
El Informe de Epicrisis de la paciente realizado por el hospital señala: "En la sala en que podemos realizar la angiografía no disponemos de sistema 'road mapping' por lo que no se puede realizar tratamiento endovascular. Se comunica a la familia, junto con el Dr.Arikan, la indicación de cirugía que se planifica para mañana viernes 9 de septiembre".
Según la familia, la falta de quirófanos impidió un segundo intento de la intervención en el Vall d'Hebron, por lo que finalmente fue derivada al Clínic de Barcelona.