VALLADOLID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad, Leire Pajín, espera que la denuncia interpuesta por la familia de una mujer de 65 años que falleció por una hemorragia cerebral tras pasar por cuatro centros y esperar 65 horas para una operación permita "llegar hasta el final" y poder conocer lo ocurrido.
"Espero que la denuncia provoque una investigación, se llegue hasta el final y se pueda conocer esa realidad", ha indicado la ministra minutos antes de participar en un acto de campaña con los candidatos socialistas al Congreso y al Senado por Valladolid.
Según la querella, que los familiares presentaron el sábado ante los juzgados de Barcelona y a la que ha tenido acceso Europa Press, María del Carmen M. llegó pasadas las cinco de la mañana del 7 de septiembre al Hospital de Blanes (Girona), y allí los médicos, al sospechar que se trataba de una hemorragia cerebral, decidieron derivarla al Hospital Josep Trueta de Girona.
A este centro llegó pasadas las 10 horas, donde se confirmó que sufría una hemorragia cerebral junto a un coágulo hemático lo que obligaba a operarla urgentemente, por lo que a su vez fue derivada al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, al no poder hacerlo en el Josep Trueta porque estaba afectado "por la política de recortes sanitarios", según los familiares.
INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA
Así, la paciente llegó al Vall d'Hebron, la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos (UCI), y el equipo de neurocirugía informó a la familia de que a la mañana siguiente la operarían.
A la mañana siguiente la bajaron ya sedada a la planta de quirófanos y, después de varias horas de espera, los médicos informaron a la familia de que no podían operar ni embolizarla porque no disponían de quirófano y también de que la situación de la paciente era muy grave con "riesgo grave para su salud e incluso para su vida", explican los familiares.
La operación fue retrasada hasta el día siguiente, y mientras tanto "la paciente empieza a desarrollar agitación y deterioro del nivel de conciencia", según el informe del hospital, pese a lo que se mantuvo en el centro en lugar de trasladarla a otro centro para operarla.
Al día siguiente, la prepararon nuevamente para la operación, pero tampoco esta vez pudieron llevarla a cabo al no disponer de quirófano y, tras las protestas de los familiares, los médicos decidieron trasladarla al Hospital Clínic donde finalmente fue operada después 65 horas.
El 10 de septiembre la devolvieron al Vall d'Hebron donde quedó ingresada en el mismo estado de sedación, y donde empeoró hasta morir el día 16, relata la familia.