Los pacientes de EPOC en fase avanzada sufren destrucción muscular

Fumador
CEDIDA
Actualizado: lunes, 19 septiembre 2011 14:03

BARCELONA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Hospital del Mar de Barcelona y su Instituto de Investigación Imim, así como del Ciber de Enfermedades Respiratorias (Ciberes), del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, han demostrado que los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en fases muy avanzadas de la enfermedad sufren destrucción muscular, pese a tener una buena masa muscular.

El estudio, que publica 'Journal of Applied Physiology', apunta que ejercitar la musculatura no sólo es posible, sino que es recomendable, teniendo en cuenta que hasta la fecha se había observado que los enfermos con EPOC, en estado grave y con pérdida considerable de masa muscular presentaban en los tejidos niveles altos de muerte celular programada.

Por ello, el trabajo se dirige a enfermos de EPOC sin pérdida de masa muscular, por ser los casos de esta dolencia predominantes en España, y confirma que también llegan a sufrir esta destrucción muscular en fases avanzadas de la enfermedad.

"En los casos intermedios de esta enfermedad, sin pérdida de masa muscular, no se ha observado ningún indicador de destrucción de la musculatura, ni que muestre signos avanzados de muerte celular programada", ha explicado la neumóloga del Hospital del Mar y científica del Ciberes, líder del trabajo, Esther Barreiro.

Para realizar el estudio, se establecieron grupos de pacientes con una EPOC moderada y severa y un grupo de sujetos control, y se observó si había inflamación celular en tres músculos: el intercostal externo, diafragma y cuádriceps.

Se obtuvieron muestras biópsicas de músculos respiratorios y de las extremidades inferiores de cada paciente y se analizaron a partir de cuatro marcadores.

La EPOC se caracteriza por una progresiva limitación crónica del flujo aéreo, generalmente irreversile, causada en un 90 por ciento de los casos por el consumo de tabaco. Sintomáticamente se caracteriza por una disminución de la capacidad respiratoria, deteriorando la calidad de vida del enfermo.

Un 10 por ciento de la población española sufre esta afección, por la que cada año mueren 18.000 personas.